A tan sólo 3 kilómetros del ayuntamiento de O Rosal, se encuentra una de
las rutas de senderismo homologadas más bonitas de toda Galicia, la PR-G94 ROTA DOS MUÍÑOS DO FOLÓN E DO PICÓN.
Su existencia en este emplazamiento, probablemente
esté relacionada con la influencia de los monjes del Monasterio de Santa María
de Oia, pudiendo datarse en los s. XVIII
y XIX, aunque parece ser que el funcionamiento de estas instalaciones está
documentado desde el siglo XVII.
De planta rectangular y cubrición a una sola agua,...
... su estructura está
dividida en dos partes: el "termiñado" o piso, donde se encuentra la
muela;...
... y el "sarteio", espacio donde el agua generaba la fuerza
motriz que movía el molino.
También distinguimos pequeñas pilas en el exterior, que
servían de abrevaderos y comederos para las caballerías.
En los dinteles; jambas; umbrales y paredes, tanto
exteriores como interiores; incluso en algunas "moas" y en las
proximidades, los canteros dejaron sus signos. Más tarde fueron los
propietarios y arrendatarios de los molinos quienes grabaron sus marcas en
forma de fechas; cruces; iniciales; nombres; y figuras. Cuando se trata de
cruces, éstas tienen una función protectora sobre el molino y sus dueños.
Algunos molinos pertenecían a los vecinos en régimen de propiedad comunal
(parroquiales); otros eran de particulares o compartidos por varias familias (Herdeiros);
y también los había arrendados.
A ellos acudían a moler el grano y en el tiempo que duraba la molienda,
los campesinos se ocupaban en otras tareas productivas: mazar el lino;
desengrasar el tejido y la lana. El
molinero, de cada molienda, cobraba la "maquilla".
Era un importante lugar de relación entre vecinos; referente de numerosas
cantigas; leyendas; adivinanzas y origen del baile folklórico más conocido de
esta tierra: “A MUIÑEIRA”.
En 1991 se iniciaron los trabajos de recuperación y restauración de los
molinos y su entorno, en estado de abandono hasta ese momento. El primer paso
fue dado por los alumnos de la Casa de Oficios, recuperando dos de estos
molinos: los conocidos como el de "Rogelio" y el de la
"Duca".
Más tarde, en 1996, el ayuntamiento de O Rosal, a través de la Escuela
Taller, dio un nuevo impulso al proyecto. Desde 1998, el conjunto de Molinos de
O Folón y O Picón disfrutan de la declaración de Ben de Interese Cultural
(BIC), con categoría de lugar de interés etnográfico.
El entorno de los Muíños do Folón, realmente forma un complejo de 67 molinos
de agua con los del conjunto de MUÍÑOS DO PICÓN, pero nosotros trataremos los
dos por separado, debido en parte a la morfología y profusión de estos, pero
sobre todo, al amplio reportaje fotográfico realizado.
Estos MUIÑOS DO FOLÓN a los que nos referimos, son un grupo de 36
MOLINOS EN CASCADA, movidos por la fuerza de las aguas del Río Folón, que descienden
por la ladera del monte "Campo do Couto", formando un complejo
hidráulico de gran interés por su valor patrimonial y etnográfico.
Creo recordar en nuestra primera visita al entorno, (hará unos 18 años
aproximadamente), llegamos animados por las indicaciones que habíamos visto en
la vieja carretera de Tuí a A Guarda, durante una de nuestras excursiones al
Baixo Miño. En esta ocasión (julio del 2014), no fue improvisada, pudiendo
disfrutar en su totalidad de la ruta.
Partimos de A PONTE DAS PENAS, punto de inicio de la ruta y lugar
donde se encuentra el primero y más grande de todo el conjunto (utilizado según
reza en un letrero como oficina de información), fascinados con estos
importantes elementos tan característicos de la arquitectura tradicional
gallega.
Aquí, también nos topamos con el primero de los paneles interpretativos,
que permiten una mejor comprensión de las características; trazado y dificultad
que presenta el sendero.
Este tramo más llano, muestra varios molinos de canal, en los que el agua
desemboca justamente en el infierno donde está situado el rodezno.
Pasa junto
al MOLINO Nº 4, que presenta en
el dintel una cruz con leyenda de la que hoy sólo es posible leer "Ave María"
y nos acerca al MOLINO nº 5, uno de los mayores molinos del conjunto, al
poseer un alpendre para guardar las caballerías.
MOLINO nº 5 |
En el siguiente trecho, el camino continúa por el margen del REGO
PADÍN, adentrándose en un pequeño y hermoso entorno tapizado de distintos
colores. Vegetación; saltos de agua; pozas; puentes de madera y los MUIÑOS
DE PADÍN, cada cual muestra su paleta de tonalidades.
Tras un corto ascenso,...
... el sendero se desvía a la derecha y nos devuelve
al Río do Folón,...
... mostrándonos los cinco MUIÑOS
DE MACEIRA, entre los que se encuentra el considerado más antiguo (nº
11), pues conserva una inscripción datándolo en el año 1702.
Desde el último de estos, comienza a vislumbrase una de las imágenes más
representativas y hermosas de este enclave, una hilera de ocho molinos colgando
en cascada por la vertiente del monte.
Una pequeña fervenza y un
modesto puente de madera, nos reciben a los pies de los MUIÑOS DA CARREIRA
DE MARTÍN, asombroso ingenio hidráulico.
Salvado el puente, ascendemos la
pronunciada y dura pendiente por las escaleras pétreas practicadas a las
puertas de los molinos.
Estos MOLINOS DE CUBO O POZO,
observan la peculiaridad de almacenar el agua en los cubos de los superiores, para
una vez usada pasar al siguiente y así sucesivamente. Además el MOLINO Nº 16,
recoge en sus piedras la fecha de 1715 y el MOLINO Nº 21, tiene tallada
en una de sus jambas una cruz con cáliz.
Una vez sobrepasado el último molino de este tramo, un pequeño repecho definido
por una balaustrada de madera nos permite: recobrar fuerzas; apreciar la belleza
de este Valle siempre verde, donde el Río Miño sirve de fondo al paisaje y
acercarnos a otro bello espacio.
Es el entorno de la FERVENZA que forma en el Río das Penas, poco antes
de entregar sus aguas al Río Folón. Fervenza visible en todo esplendor, durante
las épocas de abundantes lluvias.
Vadeamos el cauce de ambos ríos (el primero por un interesante paso),
para emprender el serpenteante sendero de los MUIÑOS DA CARREIRA DA
CEREIXEIRA, donde se muestra el grupo más numeroso de molinos.
Son los últimos 14 molinos del trayecto, que como los anteriores, cuelgan
en hilera por la falda del monte mostrando una hermosa estampa, advirtiendo en
el primero de ellos un recinto para las caballerías (MOLINO Nº 23).
Ascendemos pausadamente, deteniéndonos a examinar aquellos cuyo acceso al
"termiñado" está despejado, pudiendo advertir en su interior algunas
"moas".
Cuando alcanzamos el sexto de este trecho, a nuestra derecha, sobre una
enorme roca, se abre un estupendo MIRADOR protegido por una balaustrada
de madera.
Aprovechamos el espacio para tomarnos un merecido descanso, asomarnos a
este privilegiado balcón y capturar las extraordinarias estampas que nos ofrece:
...los molinos remontados desde la Cascada;...
... los ocho molinos de Martín con el río
deslizándose a su costado;...
... o el fértil Valle de O Rosal extendiéndose hacia el
Miño, apenas distinguiendo en su desembocadura el Monte Santa Trega, hoy oculto
tras la bruma.
Nos queda el último intervalo del recorrido por esta ladera,...
... en la que
fluyen distintos regueros de aguas cristalinas, trazando pequeños torrentes en
su precipitado descenso,...
... calando esta agraciada serie de molinos.
Tras aproximadamente cuatro horas, contando las necesarias paradas debido
al importante esfuerzo realizado por Mónica, alcanzamos el ALTO DOS OLLEIROS.
Reconocer, que este recorrido de apenas 1 ½ h. de duración, salvando un
desnivel de unos 187 metros de altura, es demasiado duro para personas con movilidad
reducida, pero una vez finalizado y echando la vista atrás, la recompensa ha
sido mucho más grande que el esfuerzo.
En la cima, un panel nos recuerda la importancia de los caballos en el
traslado de las mercancías hasta estos molinos. También nos señala, como el
encharcamiento de estas vaguadas, da lugar a la formación de pequeñas Brañas
ricas en Flora y Fauna.
Junto este punto se abren varias opciones para continuar disfrutando de
este maravilloso lugar. Un primer desvío a la izquierda nos acercará a la CAPILLA DE SAN MARTIÑO, pero nosotros decidimos continuar hacia el NIVEL, lugar donde
fueron divididas artificialmente las aguas del Río Da Cal, para formar los ríos
Folón y Picón.
NIVEL Y MOLINOS EN EL DERIVADO RÍO DA CAL |
Antes de
iniciar la segunda parte del trayecto, que nos retorna al inicio de la ruta por
los llamados MUIÑOS DO PICÓN (a los que dedicamos otra entrada del blog),
debemos acercarnos a las POZAS DEL RÍO DA CAL, asombroso paraje de continuas
cascadas y piscinas naturales, que modela este afluente del Río Tamuxe en su
impetuoso descenso, donde se practica el barranquismo. Lamentablemente, los
restos de las talas realizadas después de los incendios sufridos, han
desvirtuado un poco el entorno.
INFORMACION RECOGIDA DEL SIGUIENTE ENLACE
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