FARO CABO VILÁN, CAMARIÑAS

El origen etimológico del nombre del faro Vilán, pudiese ser la palabra gallega vilán y la castellana villano proceden ambas del latín villanus que hacía referencia al vecino o habitante de condición humilde de una villa o aldea pero con el tiempo adquirió el significado de rústico, ruin o indigno.

Esta definición no encajaría muy bien con el lugar, a no ser que haga referencia a su abrupto y temible terreno. Por ello, se han buscado otros orígenes que expliquen este topónimo camariñán. Lo cierto es que podría derivar del vocablo gaélico, bhfaoileán que se pronuncia /vuila:n/ y que significa gaviota.

Sería, por tanto, el cabo de las gaviotas y precisamente la gaviota tridáctila (Rissa tridactyla) es una de las habitantes de este espacio natural que sólo anida en la Península Ibérica, en las ISLAS SISARGAS y en el cabo Vilán.

Además, el granito rosado de la torre, extraído en canteras de la zona, se integra a la perfección con el paisaje geológico. La mano del hombre no ha conseguido modificar la belleza natural que continua mostrándose en estado puro aunque el faro compite en la actualidad con otros gigantes.

Como los Aerogeneradores, en las proximidades se encuentra en el Parque Eólico de Cabo Vilán, en el Alto da Vela, inaugurado en 1989 y el primero que se hizo en Galicia; así como una piscifactoría de rodaballo desde el año 2003.


El faro de cabo Vilán señala uno de los tramos más peligrosos de A Costa da Morte, pero también de los más hermosos.

  Vino a sustituir a un faro anterior (1854), emplazado en las cercanías y que funcionaba a vapor, el Faro Vello. 

Foto extraida de: httpsbluscus.eswp-contentuploads201804th_7f48715928dfe0c3d117a6df4d299302_Pax-165-Faro-Vil%C3%A1n-antigo1.jpg

Hoy se pueden ver los restos de su torre octogonal sobre una pequeña elevación. Este faro, al no estar situado en la parte más alta, no era capaz de salvar la roca del cabo y dejaba zonas a ciegas. Se intentó solucionar volando con dinamita algunas zonas pero fue imposible.

El origen del nuevo faro aconteció a partir de los desastres del Serpent en 1890, que navegando hacia Sierra Leona se hundió cerca de aquí a causa de un temporal, falleciendo 172 hombres. Y posteriormente del Tinacria en 1.893.

Barómetro del Serpent acomodado en una casa de Camariñas.


Los cadáveres de  
ambas tripulaciones  están sepultados en el CEMENTERIO DE LOS INGLESES, a escasa distancia del faro y que forma parte de la Ruta Cultural de Cementerios Europeos.

En 1885 se aprobó la construcción de un faro de primer orden y el 15 de enero, seis años después de la tragedia del Serpent, se inaugura en su ubicación actual el primer faro eléctrico de España, suponiendo una notable mejoría para la navegación. 

Está construido en cantería a 75 m de altitud; presenta una planta octogonal de unos 25 m de altura, unida por un túnel a una construcción de planta cuadrada con un patio interior.

La luz que producía alcanzaba las 10 millas, siendo uno de los más potentes de la época. En 1962 se reformó la óptica alcanzando 28-30 millas marinas (55 km), y añadiéndole una sirena antiniebla.

El edificio que servía de vivienda para los fareros y sus familias, está separado de la torre por un túnel cerrado de escaleras. 

En la actualidad Cabo Vilán, es uno de los recursos turísticos con mayor proyección del ayuntamiento de Camariñas, albergando en su edificio de dos plantas y diseño simple, un museo donde veremos antiguas ópticas y otros elementos de la historia del faro, un centro de interpretación de los naufragios, la sala de exposiciones que a lo largo del año va mudando el contenido y una cafetería. .




El impresionante entorno del faro, fue declarado de interés nacional en el año 1933 por ser un lugar rocoso y escarpado, y hoy en día es monumento natural.




Enfrente a él, el peñasco de Vilán de Fora, separado de la tierra por el paso O Bufardo, donde el mar lo llena todo de espuma blanca. 

Y un poco más apartadas, varias playas vírgenes rodeadas de naturaleza salvaje, como la de Pedrosa, Balea, Reira, o Trece.


El viento, presente casi todos los días, esculpe las rocas de los alrededores formando figuras de las más variadas formas.

Es seductor efectuar la aproximación al faro por el camino más dificultoso y admirable, el que se vuelca sobre el mar en la pista de tierra y arena que arranca desde el bonito pueblo marinero de Arou, pueblo que se adapta a la modernidad de las recolecciones del mar, como el suministro de algas. 



Sequero de algas


Playa de Arou.


Las parroquias de Camelle y Arou fueron probablemente emplazamientos vikingos durante la Edad Media,


El camino pasa por la ensenada de O Trece entre los cabos Veo y Tosto.


En un lateral de la Ensenada do Trece se encuentra la mayor duna rampante de Europa, con una longitud de 150 metros sobre el Monte Branco.

Es uno de los tramos más salvajes y como el resto del trayecto permanece virgen, sin construcciones humanas.

Es el hábitat perfecto de las aves marinas, alguna en grave peligro de extinción como la gaviota tridáctila o el arao común, que tiene en estos peñascos las últimas parejas. Además de ellos, cormoranes, mascatos, pardelas, charráns o álcidos encuentran en Vilán su casa.

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