Atractivo pueblo turístico marinero, típico de las tranquilas Rías Altas
gallegas menos masificadas, siendo uno de los reclamos más atractivos para el
visitante, los bellísimos rincones que conforman sus tres estupendas playas.
La más importante de estas por su tamaño 1.000 m de longitud y 30 m de
anchura es la PLAYA DE LA CONCHA, de arena fina y dorada y con forma de chocha (de ahí su nombre). Tiene oleaje
moderado y fondos lisos, lo que la hace apta para el baño de los más pequeños e
ideal para disfrutar del baño, del sol, y del paisaje que nos regala.
En las inmediaciones del pueblo, justo al final de la playa, existe un
pequeño PUERTO PESQUERO protegido por un dique de reciente
construcción y que sirve de fondeadero y
refugio a pequeñas embarcaciones.
Tras el puerto se abre la pequeña pero no menos tentadora PLAYA DE SANTA CRISTINA o de los Enamorados. Esta cala protegida entre las rocas, con arena
blanca y aguas transparentes ideales para el buceo, además de su cautivadora
belleza, custodia el acceso a una de las joyas patrimoniales del ayuntamiento
de Ortigueira.
Una escalera de madera (en nuestra última visita bastante dañada por los
temporales), asciende salvando un fuerte desnivel, desde la cala, al istmo
costero de "Punta dos Prados",...
... donde se nos aparece entre los restos
de un yacimiento castreño un tipo de
construcción excepcional, el MONUMENTO CON FORNO o PEDRA
FORMOSA.
MONUMENTO CON FORNO o PEDRA FORMOSA |
Próximo al Castro, en un emplazamiento estratégico siguiendo la línea de
costa se localiza la GARITA DA VELA, desde donde se
obtienen unas extraordinarias vistas de la ría de Ortigueira; el puerto de
Espasante; el de Cariño y una sobrecogedora imagen del CABO ORTEGAL.
GARITA DA VELA |
CABO ORTEGAL |
Rodeando el istmo el camino nos devuelve nuevamente a Espasante, pero en
este caso a su orilla norte.
Aquí se abre al océano la PLAYA DE SAN ANTONIO, concurrido arenal de 450m de longitud y 30m de anchura con forma de concha, arena dorada y fina. Por
los servicios y calidad de sus aguas, tienen concedida la bandera azul. Su
nombre viene dado por la proximidad de la capilla de San Antón. Es poco
ventosa, con oleaje moderado, aunque con cierto riesgo de resaca en invierno y
cuando el mar arbola en las rocas de enfrente, ocasión que aprovechan los
amantes del surf.
Durante la marea baja es posible pasar a la colindante PLAYA DE EIRÓN,
en la vecina parroquia de Céltigos, separadas por un promontorio rocoso.
Finalizamos con la curiosa historia del PORCO ANTÓN. Esta comienza
en el siglo XVIII, cuando los vecinos de Espasante quisieron construir la
capilla a San Antonio. Para recabar fondos decidieron criar un cerdo entre
todos y luego rifarlo. La tradición persiste hoy en día y con lo que se recauda
se celebran las fiestas de San Antonio.
Faltan cosas
ResponderEliminarSeguro que me dejo muchas cosas sin comentar, pero en la publicación suelo hacer referencia a los lugares que he visitado.
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