El edificio románico enmarcado en la segunda mitad del s. XII, de pequeñas dimensiones, nave única y cabecera rectangular, ha sufrido desde el siglo XVII continuas reformas que han modificado su aspecto y han hecho desaparecer buena parte de los vestigios de época románica, si bien estas alteraciones no han afectado en lo sustancial a la planta ni a la estructura del templo.
Al exterior el templo ha conservado buena parte de la fábrica original, construida sobre zócalo escalonado, salvo en el tramo superior de los muros, cuyas piezas originales desaparecieron al reformarse las cubiertas y dotar de mayor altura a la nave.
Algo similar ocurre en la fachada principal, en la que la obra barroca
–de esquema pentagonal clásico y eje marcado por la portada y el sencillo vano
rectangular localizado sobre la misma– aparece complementada en su tramo
superior por la desafortunada intervención en cemento del primero tercio del
siglo XX.
La cabecera ha sido la parte del templo que mejor se ha conservado ya
que, con la excepción de su muro norte, al cual se adosó la sacristía en el
siglo XIX, ha preservado poco alterada la
obra original.
En el muro del testero se encuentra una pequeña ventana, oculta al
interior por el retablo barroco, en la que, sobre una cornisa lisa, se abre un
arco de medio punto decorado con cinco arquitos de herradura y cobijado por un
toro de medio punto rebajado con decoración ajedrezada. El arco aparece
sustentado por dos esbeltas semicolumnas con basas áticas y capiteles muy
deteriorados.
El muro sur del ábside presenta dos robustos contrafuertes entre los que
se desarrollan dos arcos ciegos de medio punto con un capital pinjante, con
ábaco muy desarrollado y decoración de hojas de acanto, entre ambos.
Allí también vemos un reloj solar de piedra.
Durante las obras realizadas en el año 1986 para acondicionar el atrio de
la iglesia fueron localizadas una serie de piezas labradas que parecen
pertenecer a la fachada románica desmontada en el siglo XVII. Se trata de un
arco de medio punto con decoración de arquitos de herradura igual al de la
ventana del testero, cuatro dovelas de arquivoltas decoradas y una pieza de una
semicolumna. Igualmente, diversas informaciones indican que varias casas de las
aldeas vecinas conservan reaprovechados canecillos románicos procedentes de la
iglesia.
En las cuatro caras del capitel, hay tallados objetos que vienen a simbolizar la pasión de cristo: se trata de una tenaza, un martillo, una lanza, una escalera, una esponja, una corona y clavos.
La cruz tiene forma latina con los brazos redondeados. En el anverso vemos un cristo crucificado, clavado de pies y manos, y lleva corona de espinas, ladea la cabeza cara el lado derecho. También lleva barba, pelo ancho, y un paño de pureza a la cintura. En general se caracteriza por tener los rasgos muy detallados especialmente en la anatomía.
En el reverso vemos la virgen
de los Dolores apoyada sobre una cabeza de ángel, figura tratada también con
gran detalle, sobre todo en los pliegues del atuendo.
CRUCEIRO, pero en esta
ocasión sin decoración ni figuras.
Coordenadas: 42º 54' 18.9" N - 8º 45' 41.0" W
TODA LA INFORMACIÓN INCLUIDA EN ESTA PUBLICACIÓN, HA SIDO RECOGIDA DE LOS
SIGUIENTES ENLACES:
https://www.romanicodigital.com/sites/default/files/pdfs/files/a_coruna_Gonte.pdf
https://concellodenegreira.gal/index.php/es/turismo/que-ver/patrimonio?id=425
http://patrimoniogalego.net/index.php/97085/2017/11/cruceiro-do-adro-de-gonte/
VISITA OTROS
SORPRENDENTES LUGARES DEL MUNICIPIO DE NEGREIRA
EN EL ENLACE, CON UN MAPA PARA LLEGAR A CADA UNO DE ELLOS.
Un reportaje precioso. Me encanta fotografiar iglesias y cruceiros, tengo muchos en mi blog. Besos.
ResponderEliminarTengo predilección por las iglesias prerrománicas y románicas. Un abrazo Teresa!
Eliminar