GALICIA PUEBLO A PUEBLO: PASEO FLUVIAL DE VILARRODÍS, ARTEIXO

En esta ocasión, compartimos nuestro paseo, accesible a personas con movilidad reducida, por el recientemente construido Paseo Fluvial de Vilarrodís. Una pequeña ruta (algo más de 1Km) que acompaña al caudal del Rego de Seixedo y su afluente el Rego das Teixueiras, cerca del núcleo urbano de Vilarrodís.

Nosotros lo iniciamos junto a la Ponte dos Currás (coordenadas: 43°18'53.3"N 8°28'56.4"W), siguiendo el curso del río Seixedo hacia el área recreativa.

Este tramo discurre sobre una superficie asfaltada de color arena perfecta para recorrerla en silla de ruedas.

Muy pronto se bifurca a la derecha para continuar junto al Rego do Seixedo (cuidado con el cambio de superficie, no está bien rematado).

La zona por la que fluye ahora es bastante atractiva.

Lamentablemente, el acceso del camino al túnel que salva la Autovía del Noroeste no está debidamente acondicionado para personas en silla de ruedas, por lo que se hace imposible el acceso hasta el ÁREA RECREATIVA DE SEIXEDO (enlace a nuestra publicación), así que dimos la vuelta y desandamos nuestros pasos.

Llegamos nuevamente al Ponte dos Currás, donde se inicia un llamativo tramo que discurre por pasarelas de madera, junto al Rego de Seixedo.

El serpenteante sendero se ciñe a la vegetación de ribera que empapa el regato, dibujando hermosas estampas que intentamos captar con nuestra cámara.

La superficie por la que transitamos cambia nuevamente al asfalto, aquí podemos ver el nuevo mobiliario urbano, todavía con partes del embalaje que lo protegía sin retirar.

Llegamos ahora al lugar en el que el Rego das Teixueiras dona sus aguas al Seixedo y donde el camino continúa junto al primero, aguas arriba.

Un nombre que no debemos confundir con el del ahora popular grupo de tres “cantareiras” llamado Tanxugueiras, aunque como el de estas, pudiera provenir del nombre dado a fincas en las que es habitual que merodeen los tejones (teixugos). La particularidad de estas fincas es que suelen estar cerca de las aldeas y eran zonas a las que no accedían los lobos, por lo que además tiene una connotación de sitio seguro.

El tramo siguiente se antoja en pendiente, remontando el Teixueiras muy cerca del lugar de As Aguceiras.

Aquí volvemos a transitar sobre pasarelas de madera que surcan la curvada ribera del rego y no abandonaremos hasta el final del trayecto.

A nuestra espalda queda As Aguceiras, cuando nos topamos con los restos del primero de los molinos que salpican este pequeño regato, conocido como el Muiño do Señorito, por desgracia, en un lamentable estado de conservación, tanto la estructura de este como el canal que lo alimentaba, hoy tomados por la maleza.

Muy pronto, intuimos entre la maleza la silueta del segundo de estos ingenios hidráulicos, es el Muiño de Chelete, a simple vista, todavía peor conservado que el anterior. Ojalá algún día se lleve a cabo el proyecto de restauración de estos antiguos molinos.

La serpenteante senda cruza el Teixueras, para avanzar junto a él hasta la Rúa Vilarrodís, donde finaliza el paseo. Señalar que en esta zona, parece que antaño se levantaba el Muiño de Suarez, del que hoy ni siquiera fuimos capaces de intuir su presencia.

Desde aquí podemos volver al Centro de Salud de Vilarrodís, donde habíamos dejado el coche, aunque nosotros preferimos desandar el camino y hacerlo desde el Ponte dos Currás, donde habíamos comenzado la ruta, no sin alguna dificultad en la Rúa Ponte, de las que ya estamos acostumbrados, pues Arteixo, lamentablemente, se caracteriza por ser una población con muchísimas barreras arquitectónicas, tanto en las parroquias que conforman el municipio, como en el mismo centro urbano. Pensamos que al Plan de Accesibilidad Universal Municipal de Arteixo 2021-2028 todavía le queda mucho recorrido.

Salvadas esos obstáculos, rodeamos el Centro de Salud para llegar a la plaza de movilidad reducida que hay en la puerta de este (Coordenadas: 43°18'59.4"N 8°28'46.9"W), donde finalizamos este bonito paseo.