GALICIA PUEBLO A PUEBLO: SANTO ESTEVO DE CHOUZÁN, CARBALLEDO

SANTO ESTEVO DE CHOUZÁN, CARBALLEDO

En 1955 quedó inaugurado el primer embalse sobre el río Miño inundando tierras de cuatro concellos: Ferreira de Pantón, Carballedo, O Saviñao y Chantada (enlaces a nuestra publicaciones). Bajo estas aguas también han desaparecido pueblos como el de Sernande (aquí estaba la Casa do Barqueiro, concesionaria del paso en barca por el Miño). Pero afortunadamente, como ocurrió tiempo después con el VIEJO PORTOMARÍN (enlace a nuestra publicación), algunas iglesias de gran valor cultural, como esta de Santo Estevo de Chouzán y la iglesia románica de Xoan da Coba, fueron reubicadas en un nuevo emplazamiento bajo la supervisión del arquitecto Pons Sorolla.

Para visitar la primera, desde el pueblo de Chouzán tomamos un estrecho sendero a pie, que cruza el lugar de Poxa, entre viñedos, mostrándonos unas hermosas panorámicas del Miño.

Tras unos 450 metros nos toparemos con la iglesia del antiguo monasterio de Santo Estevo de Chouzán encajada en la ladera del monte con fuerte pendiente, llamando la atención las columnas que sostienen la sacristía, emergiendo esta sobre el camino que debemos recorrer para admirar la totalidad del templo, y que fueron construidas en 1953, cuando el antiguo templo románico se traslada, piedra a piedra, hasta su actual emplazamiento.

La fachada principal, clasicista, no conserva ningún elemento de la originaria. La preside una escultura de Santo Estevo dispuesta en una hornacina. La advocación de San Esteban es muy numerosa en estas tierras. Testigos falsos le acusaron de haber dicho que cambiaría las costumbres de Moisés y que Jesús destruiría el Templo de Jerusalén, así el Mártir fue condenado por el Sanedrín a lapidación, acusado de proferir blasfemas. Por ello se suele representar con un canastillo o montoncito de piedras, la palma del martirio y dalmática de diácono.

Según el padre Yepes, está documentada su existencia en el siglo IX, en la que un caballero llamado Flaminio y su mujer Remisilia daban al lugar conocido como Auzan al abad y los monjes que vivían en el monasterio, cuyo título era Santo Estevo. En el siglo XII Alfonso VII lo dona al MONASTERIO DE SANTA MARÍA DE OSEIRA (enlace a nuestra publicación) del que pasará a depender, para que pueda ser poblado por monjas. Más tarde estuvo sujeto al obispado de Lugo. A raíz de las reformas de las órdenes religiosas alentadas por los Reyes Católicos el monasterio de Chouzán se incorporó al de SAN PAIO DE ANTEALTARES (enlace a nuestra publicación), pasando sus rentas y bienes a este en 1515, y continuaría ejerciendo como iglesia parroquial dependiente del Obispado de Lugo.

Este monasterio contaba con canales de agua que nutrían de pescado, tanto a la comunidad benedictina como a los vecinos de los alrededores, además estos canales servían de fuerza motriz para los molinos y para regar las huertas del monasterio. La Desamortización de Mendizábal (1837) fue un golpe contundente y la construcción del embalse de los Peares, provocó su defunción en los años 50 del siglo XX.

Del antiguo monasterio solo se conserva la iglesia, que se construyó en el siglo XII, aunque sufrió bastantes alteraciones con su traslado. Se sabe que su planta inicial poseía nave y ábside únicos. Dos siglos después se realizan los brazos de un nuevo crucero (del que conserva las portadas), es decir, pasa a poseer planta de cruz latina. Y, finalmente, en el siglo pasado se construye una nueva nave, con dos dependencias anejas al lateral meridional, y se amplía el presbiterio. La planta actual consta de una única nave, realizada en esquisto de nueva construcción, con algunos elementos románicos reutilizados.

El epígrafe que se conserva en su PUERTA NORTE hace referencia a una fundación, "en las kalendas de Abril de la Era de 1352 años, ésta iglesia fue fundada por la Abadesa Teresa Arias de Páramo" (ERA : M : C : C : C : LII : ANOS : IN DIE : K(a)L(endas) : ABRIAS : HEC : ECC(les)IA : FUNDATA FU : ET : ABADISA : TERA (s)IA : ARIE : DE : PARAMO), se cree que a lo que se refiere es las reformas llevadas a cabo en esa época, año de 1314.

La cabecera es semicircular, totalmente realizada en granito. Es la original, aunque se alteró la longitud de su tramo recto. Se divide por cuatro columnas exteriores en cinco fragmentos, a esas columnas exteriores le corresponden otras tantas interiores; Los capiteles de las primeras presentan decoración con figuras humanas, y los capiteles de las segundas con decoración vegetal.

Tiene ventanas de arco apuntado. Sobre el vano septentrional, el único con chambrana, se dispone un CANECILLO decorado con un hombre de grandes orejas (en actitud de mono, que representa falsedad, adulación y alabanza falsa y engañosa, además de su conocida relación con el pecado de la lujuria), dispuesto en cuclillas, que exhibe sus testículos al mismo tiempo que se rasca la cabeza con una de sus manos.

Igualmente son interesantes la serie de CANECILLOS que recorren el voladizo, exornados con motivos muy variados, mayoritariamente geométricos y vegetales: proas, rollos, barriles, hojas, etc., pero también cabezas humanas, de animales. Sobresale un delicado rostro humano de rizada cabellera, en cuyo cuello se disponen múltiples líneas verticales que recuerdan a dos canes del templo de San Vicente de Pinol, SOBER (enlace a nuestra publicación).

El interior es amplio y diáfano. De época gótica, aunque existían en época anterior, son el crucero y la nave, que está divida en cuatro fragmentos. De época renacentista es el retablo mayor pintado en él 1664, que aún conserva la fecha. Los capiteles presentan decoración vegetal e historiada (Adán y Eva, el primero ocultando sus genitales con una hoja de vid y Eva con las costillas exageradamente marcadas y, por el contrario, no esconde su sexo; dos arpías de cabellos rizados que sostienen en el centro un motivo esférico; una magnífica escena trovadoresca con un juglar acompañado de un cánido y una religiosa; otro, representa a varias religiosas sosteniendo un bastón y un corazón, que, al mismo tiempo, flanquean una cruz de Malta y dos personajes arrodillados se disponen tras ellas.

La bóveda de cascarón se cubre con PINTURAS MURALES que, cronológicamente, se sitúan en la primera mitad del S.XVI bajo el patrocinio de Alonso Moure, de estilo gótico hispano-flamenco. Se representa un Juicio Final, donde podemos apreciar en el Infierno actitudes muy graciosas e irreverentes. Al parecer eran de una calidad considerable pero, partes importantes de estas se perdieron en el traslado. La memoria nos habla del juicio Final presidido por un Cristo Juez, con los pies sobre la esfera terrestre. En la que se destacaba Europa, África y Asia. A ambos lados corte Celestial y Mártires. Debajo Cielo e Infierno, las arquitecturas con San Pedro reciben a los elegidos, mientras que varios demonios atormentan a los condenados. El mensaje dado a los fieles como siempre es claro y conciso.

Hoy es Monumento Histórico Artístico, declarado como tal en 1950.

En la vecina orilla del río Miño, se contempla perfectamente la TORRE DEL RELOJ DE MARCE y el Castro. Sin embargo, la FERVENZA DE AUGACAIDA, que vierte sus aguas al Miño, no es visible por la orientación de esta.