Los cruceros situados en el cementerio de Santa María de Labacengos; en
el atrio de la iglesia de Santa Cruz de Moeche, y el del campo de la capilla de
San Cibrao en A Ermida, son de similar factura, exhibiendo las características
propias de las obras de piedra serpentina,
realizadas por Antonio
Rodríguez Sixto, conocido como “O Quinto”, de las cuales hice una interesante
referencia en la entrada del CRUCEIRO
DE SAN RAMÓN, también en Moeche.
Este ejemplar situado en el cementerio de Santa María de Labacengos se
levanta sobre plataforma escalonada.
El pedestal es de forma tronco-prismático con caras alabeadas y remate
bocelado, llevando al frente una alcancía metálica de limosnas dedicada a San
Antonio y San Roque.
En el reverso, una inscripción de erección hace referencia a los
promotores o personas a cuyas expensas se levantaron estas obras. En este, se menciona como donantes a Manuel Casal
(vecino de Santa Cruz de Moeche y emigrante retornado a esta localidad) y
Carmen Martínez, en el año 1899. Por cuyo encargo, se hicieron otros
15 ejemplares, repartidos por las parroquias de la zona en la década final del
siglo XIX.
La columna es de la clásica sección cuadrada-octogonal-cuadrada por
rebaje de aristas en punta de flecha y el capitel de esquema jónico gallego,
con bustos orantes de ángeles en las caras, volutas en las esquinas y remate de
ábaco curvilíneo. Se corona por una cruz de forma latina y palos cuadrangulares con sus
aristas biseladas. Al frente muestran la imagen de Cristo, clavado al modo
tradicional con las manos abiertas, representado con melena y barba, mutilado
de su mitad inferior.
De quen sendo arquiteito escolleu de canteiro o títolo sinxelo, petrucial e senlleiro. OTERO PEDRAYO |
La Virgen Dolorosa, de tamaño más pequeño y colocada sobre una sencilla
peana geométrica, se representa en una clásica postura recogida de presentación
frontal, tocada con amplio manto y túnica de la que asoman los pies.
Tras el cementerio se accede al apeadero de la línea de FEVE “Ferrol-Oviedo”
que atraviesa el término municipal.
Desde aquí contemplamos una buena panorámica de la IGLESIA DE SANTA
MARÍA DE LABACENGOS, de estilo barroco rural del siglo XVI. Posee una
planta rectangular, en la que se inscriben una sola nave y presbiterio, y dos
cuerpos añadidos al muro septentrional que funcionan cómo pequeña capilla y
sacristía.
Se realizó una primera fase de la restauración, tanto del exterior
como del interior de la misma promovida por la Asociación de Mujeres Rurales de
Labacengos, en la cual se restauraron los frescos barrocos que aunque se
conservaban. La fachada principal se organizada en tres paños por medio de
bandas verticales, amplia puerta rectangular y pequeño hueco para la
iluminación natural del coro, coronada por una espadaña de dos huecos con
campanas, rematada en frontón triangular.
Junto a esta se encuentra abandonada la vieja rectoral. En un dintel de
una de sus puertas, todavía conserva una inscripción. De ella puedo llegar a leer:
ESTA CASAS SE HIZO EL AÑO …….. DE 1787 ……… SIENDO CURA ……
CURIOSIDAD
La primera referencia escrita del nombre de Labacengos aparece en el s.VI, en ella se habla de los “ Lapatiancos”. Se dice que aquí había una “mina de cobre”
y según algún historiador, el nombre de LAPATIENCOS
(queda hoy en Labacengos), refiere a la actividad a que se dedican los que
pastan y alimentan ganado.
INFORMACIÓN RECOGIDA DE LOS SIGUIENTES ENLACES
El patrimonio etnográfico y el arte popular: cruceros y petos de ánimas
de los municipios de Moeche y San Sadurniño (pdf).
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