PRAZA DA QUINTANA, SANTIAGO DE COMPOSTELA

 

Esta hermosa ciudad, Patrimonio de la Humanidad, guarda vividos rincones que nos cuentan historias y fantásticas leyendas. Uno de ellos es esta “Quintana”, palabra que en la terminología medieval designaba a los espacios abiertos de uso público.

Acotada por la cabecera de la CATEDRAL (enlace a nuestra publicación), el monasterio fundacional, el cementerio de canónigos y la primera casa consistorial, la plaza aparece dividida en dos planos. La parte inferior, la Quintana de Mortos, fue lugar de enterramiento hasta 1780, cuando por razones sanitarias y falta de espacio se optó por el cementerio de SAN DOMINGOS DE BONAVAL (enlace a nuestra publicación), y más tarde, por el actual CAMPOSANTO DE BOISACA (enlace a nuestra publicación).  

Sepulcro conservado junto a la PUERTA SANTA

La parte superior de la plaza es, por contraposición, la Quintana de Vivos.


El imponente muro del MONASTERIO DE SAN PAIO DE ANTEALTARES (enlace a nuestra publicación) delimita el conjunto por el este. Alfonso II lo fundó en el siglo IX para custodiar el recién descubierto sepulcro del Apóstol, función que en el siglo XI asumió el Cabildo catedralicio. Los monjes benedictinos fueron sustituidos en el siglo XV por las benedictinas de clausura que hoy habitan este edificio, reformado en los siglos XVII y XVIII. En su iglesia se puede admirar un interesante Museo de Arte Sacro que guarda el altar encontrado junto al sepulcro de Santiago. Y a las 19:30 horas, todos los días, se puede escuchar el servicio de vísperas cantado por las religiosas del convento.

Allí vemos una lápida romántica que recuerda la gesta de los HÉROES DEL BATALLÓN LITERARIO de 1808.

Desde toda la ciudad se divisa el único elemento vertical de la plaza, la TORRE DE LA BERENGUELA (enlace a nuestra publicación) de la catedral. Recibe ese curioso nombre en honor al arzobispo Berenguel de Landoira, que ordenó su construcción en el siglo XIV. Entonces era un robusto cubo defensivo en el que las almenas no superaban la posición actual del reloj. El arquitecto Domingo de Andrade añadió el remate y la ornamentación barroca que rodea a la mayor de las campanas de la Catedral (enlace a nuestra publicación), también llamada Berenguela, de 14 toneladas de peso, cuya nota do grave puede oírse marcar las horas.

A su derecha se abre el Pórtico Real, lugar de salida de las procesiones litúrgicas... 

...y donde al caer la noche, cuando se enciende el alumbrado de la plaza, se aparece LA SOMBRA DEL PEREGRINO sobre la pared de la Catedral.


Dicen las LEYENDAS que pertenece a un sacerdote que mantenía relaciones con una religiosa del convento de San Paio y que todas las noches se reunía con ella cruzando un pasadizo existente bajo la escalinata de la Quintana y que unía la Catedral al convento. Después de algún tiempo el sacerdote propuso a la religiosa escaparse juntos para vivir su amor libremente. Se citaron al anochecer y el clérigo se disfrazó de peregrino para no llamar la atención y la esperó pacientemente, pero ella, nadie sabe por qué, no acudió a la cita. El nunca se ha resignado a la evidencia. Desde entonces, al caer la noche, él sigue acudiendo puntualmente a la cita. Cada noche. Todas las noches.

Pero, como casi en todas las leyendas, existe una segunda versión. Habla del espíritu de un peregrino francés..... Esta forma se identifica con el espíritu de un peregrino francés del siglo XV, Léonard du Revenant, que vino a Compostela desde de París a cumplir una condena por parricidio.

Cuenta la historia que, de jovencito dieciocho años, envenenó a su padre, ya mayor, para heredar su fortuna en el condado parisino. Los tribunales probaron su culpabilidad y lo condenaron a galeras. Pero intercedió en su favor el duque de Borgoña, del que se rumoreaba, era hijo natural y no del asesinado. Tras unos años de cárcel, se le impuso la peregrinación a Compostela para redimir su pecado y, de esa manera, acceder a los bienes del difunto.

Hacia 1493 inició el camino hacia Compostela pero con poca devoción. Una vez cruzó lo Pirineos, conoció una joven posadera a la que quiso hacer suya por la fuerza, lo que le valió una pelea con su novio, al que mató antes de raptar a la joven, a la que forzó y posteriormente asesinó.

Escapó de la justicia disfrazado de monje mendicante y luego de peregrino pobre. De esta manera alcanzó Compostela con la esperanza de conseguir el perdón divino y el de los hombres para así poder disfrutar los bienes de su difunto padre.

Llegó a la ciudad de Compostela poco antes de la puesta de sol, las posadas estaban todas repletas de peregrinos y no encontró techo bajo el que dormir, por lo que lo hizo a los pies de la catedral. Pronto quedó profundamente dormido y en sueños se le apareció Léon du Cornu quien le dijo: “Con esta visita a Compostela purgas la pena de mi muerte puesto que yo te perdono, pero no la de los dos jóvenes navarros que asesinaste en el camino. Hasta que sus almas no peregrinen a Compostela, no podrás abrazar al santo”.

Montó en cólera Leonard y desenvainó su espada contra el espíritu de su víctima, pero fue el anciano, más rápido, quien acabó con la vida de Leonard.

Desde entonces, Léonard du Revenant monta guardia junto a la Puerta Real, esperando en vano el paso de sus víctimas para poder redimirse. Muchos visitantes y turistas de las madrugadas se han visto sorprendidos por su sombra, al pie del farol, quieta e impasible.

El largo muro barroco que protege la cabecera románica de la CATEDRAL (enlace a nuestra publicación) continúa hacia la PUERTA SANTA (enlace a nuestra publicación) meta de los peregrinos que llegan a Santiago de Compostela en busca del Jubileo.

Su antesala está flanqueada por figuras de piedra románicas procedentes del CORO PÉTREO (enlace a nuestra publicación) que tuvo la Catedral, tallado en el siglo XII por el Maestro Mateo, cuya reconstrucción puede visitarse en el Museo Catedralicio. 

A su lado se abre ocasionalmente desde 2004 la Puerta de los Abades, que permite el tránsito por los espacios interiores de la cabecera y desemboca en la CAPILLA DE LA CORTICELA (enlace a nuestra publicación).

Los extremos sur y norte están ocupados por dos casas barrocas. En Quintana de Mortos, la CASA DE LA CONGA o de los Canónigos, conjunto formado por cuatro viviendas construidas en 1709 por Domingo de Andrade y rematadas por Casas y Nóvoa. 

Foto de la página: https://www.paxinasgalegas.es/fiestas/casa-da-conga-de-santiago-de-compostela-5695.html 

Enfrente, la CASA DE LA PARRA, que debe su nombre a las frutas pétreas –vides y pámpanos- que dejó el Barroco en su puerta principal. Edificada por Andrade para el Cabildo catedralicio en 1683 ocupa en el lugar de la primera notaría y la primera casa consistorial de Santiago, derribada en 1588. Hoy es una activa sala de exposiciones.

La plaza de la Quintana se convirtió en set de rodaje en '18 comidas', y de los PAZOS DE ULLOA, una serie de televisión basada en la novela homónima, publicada en 1886, y en Madre Naturaleza, de la escritora Emilia Pardo Bazán.


TODA LA INFORMACIÓN INCLUIDA EN ESTA PUBLICACIÓN, HA SIDO RECOGIDA DE LOS SIGUIENTES ENLACES:

https://www.santiagoturismo.com/rutas/a-praza-da-quintana

http://www.rinconesdesantiago.com/Paginas/sombra%20del%20peregrino.htm

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