La Torre del Reloj o Torre de La Trinidad, tiene nombre propio: se llama BERENGUELA por el arzobispo de la Edad Media, Berenguel de Landoira que termino la construcción de la torre para defender la Catedral.
Se encuentra en la intersección de la Plaza de Las Platerías y la PLAZA DE LA QUINTANA, y se distingue desde muchos puntos de la ciudad, pues tiene la misma altura que las torres del Obradoiro.
El Obispo Diego de Padrón fue quien ordenó su construcción allá por el
Siglo XIV. El cuerpo principal con base románica fue alzado y finalizado en el
mismo siglo, por el arzobispo que le dio nombre a la torre, Berenguel de
Landoira.
Posteriormente, ya en el S. XVII, el arquitecto Domingo de Andrade diseñó los dos cuerpos
superiores que a día de hoy adornan el campanario. Esta decoración está basada en
motivos vegetales, y como no, motivos relacionados con la ruta Jacobea (El
Camino de Santiago).
Tanto el reloj (1522), como la campana original fueron modificados.
El reloj actual fue fabricado en Ferrol en 1831, por encargo del Arzobispo Rafael Vélez . Consta de cuatro esferas, que van respectivamente orientadas según los puntos Cardinales, en cada cara de la torre.
El reloj actual fue fabricado en Ferrol en 1831, por encargo del Arzobispo Rafael Vélez . Consta de cuatro esferas, que van respectivamente orientadas según los puntos Cardinales, en cada cara de la torre.
Actualmente, en la zona central del CLAUSTRO DE LA CATEDRAL pueden verse las viejas CAMPANAS retiradas de la Torre del Reloj, entre ellas la BERENGUELA original. Fundida en 1729 por Güemes Sampedro, con un peso de casi 10 toneladas y unas espectaculares medidas (256 cm x 216), su afinación era en Do grave. Fue retirada en 1990 debido a las grietas que presentaba. Los cuartos los marca su compañera; llamada así, “de los cuartos”; que fue fundida por el mismo artesano que la Berenguela. Pesa 1840 kg, su diámetro es en torno a 150 cm, al igual que su altura. Está afinada en Sol.
Algunos detalles sobre la decoración son entre otros: una cruz patriarcal con el calvario de Jesucristo, una representación sobre la batalla de Clavijo (la famosa en la que se atribuye la participación del “Santiago Matamoros”), una imagen del sepulcro de Santiago con siete velas encima, una concha de vieira (símbolo de los peregrinos) y variadas iconografías.
Cuentan por allí que, si alguna medianoche en vez de tocar 12 campanadas toca 13, el demonio gozaba de una hora mágica para andar suelto por toda la ciudad. |
La parte más alta de la torre la ocupa la linterna o torre ornamental, en
donde se encendía una luz que guiaba a los peregrinos. Todavía hoy se enciende
en los años Jubilares y ocasiones señaladas, en recuerdo de su función de guía de los
viajeros.
Las nuevas campanas se fundieron en Holanda por Eijsbouts en diciembre de 1989, y se colocaron en la catedral en febrero de 1990.
Se cree también que las primeras campanas que poseyó la catedral compostelana fueron regalo del que fue el rey francés, Luis XI, gran devoto de Santiago.
Las nuevas campanas se fundieron en Holanda por Eijsbouts en diciembre de 1989, y se colocaron en la catedral en febrero de 1990.
Se cree también que las primeras campanas que poseyó la catedral compostelana fueron regalo del que fue el rey francés, Luis XI, gran devoto de Santiago.
Este envía, en 1483, a tres peregrinos en su
nombre para que gestionen la instalación de dos campanas costeadas por él en la
catedral, que serán transportadas por mar. Se colocaron al año siguiente en
esta torre, que desde ese momento también se conoció como “Torre del Rey de
Francia”.
Tras la victoria del año 999, Almanzor
saqueó SANTIAGO DE COMPOSTELA y se llevó
como botín de guerra, las campanas de la basílica a hombros de esclavos
cristianos para ponerlas como lámparas en la Mezquita de Córdoba.
La reconquista de las campanas, sucedió en el año 1002. El rey Alfonso V, de León, el rey Garcia, de Navarra y los condes Menendo, de Galicia y Fernández, de Castilla coaligaron un ejército
de cristianos, entraron en Córdoba, saquearon la ciudad y recuperaron las
campanas, que fueron llevadas de vuelta a Santiago, también a hombros, pero
ahora de musulmanes.
A uno de los costados de la torre, se
encuentra en PLAZA DE LA QUINTANA, o Quintana de Mortos, como bien dice el
nombre, fue durante siglos un cementerio, hasta que finalmente, debido a la
falta de espacio, decidió clausurarse como tal a finales del siglo XVIII.
Aquí se observa la imagen de un peregrino
que acumula un sinfín de
leyendas. A partir de
entonces, la ficción del conocido peregrino no ha hecho más que crecer y crecer.
Los visitantes que se acerquen al lugar podrán observar la sombra del pecador en la base de la Torre Berenguela entre la Puerta Real y la Puerta Santa,
perfectamente ataviado con la capa, sombrero y bastón, todo ello fruto del
efecto óptico, que da paso a la leyenda.
La versión más extendida es, la de un sacerdote de la Catedral enamorado de una monja de clausura del convento de San Paio, ubicado al otro lado de la plaza.
El religioso se reunía con su enamorada, a través de un pasadizo que existía bajo la escalinata de la A Quintana, por el
que se comunicaban la Catedral y el convento.
Pasado un tiempo, el sacerdote,
cansado de la situación, le habría propuesto a su amada que se escaparan juntos
y se citó con ella al anochecer en la plaza, donde se presentó con la vestimenta
del peregrino medieval, indumentaria que le permitiría no llamar la atención.
La esperó pacientemente, pero ella no acudió. Aun así, noche tras noche, la
sombra del enamorado, acude a su cita.
Otros conciben que la imagen es la de Leonard
du Revenant, hijo de un afamado y rico noble de París. Con altas expectativas
de hacerse con la fortuna del progenitor lo antes posible, decidió asesínalo.
No tardó en ser juzgado por el Duque de Borgoña, aunque en lugar de sentenciarlo
a muerte, debido a los rumores que situaban a Leonard como posible hijo del
duque, optó por otorgarle el castigo y de penitencia, realizar el Camino de
Santiago.
Tras unos años de cárcel, comenzó la
peregrinación a Compostela para redimir su pecado, pues así podría acceder a los
bienes de su difunto progenitor.
Inició el camino hacia Compostela con
poca devoción. Una vez cruzó los Pirineos, conoció una joven posadera a la que
quiso hacer suya por la fuerza, lo que le valió una pelea con su prometido, al
que mató antes de forzar a la joven, a la que también asesinó.
Escapó de la justicia, disfrazado de
monje mendicante y luego de peregrino pobre, y así alcanzó Compostela con la
esperanza de conseguir el perdón divino y humano, pudiendo disfrutar los bienes
de su difunto padre.
Llegó a la ciudad de Compostela poco
antes de la puesta de sol, las posadas estaban todas repletas de peregrinos y
no encontró techo bajo el que dormir, por lo que lo hizo a los pies de la catedral.
Pronto quedó profundamente dormido y en sueños se le apareció el espectro de
Léon du Cornu, su padre, quien le dijo:
“Con esta visita a Compostela purgas
la pena de mi muerte, puesto que yo te perdono, pero no la de los dos jóvenes
navarros que asesinaste en el camino. Hasta que sus almas no peregrinen a
Compostela, no podrás abrazar al santo e implorar su perdón.”
Montó en cólera Leonard y desenvainó
su espada contra el espíritu de su padre, pero fue el anciano, más rápido, el
que acabó con la vida del joven.
Desde entonces, el espíritu de
Léonard du Revenant monta guardia junto a la Puerta Real, esperando en vano el
paso de sus víctimas para poder redimirse.
También hay quien mantiene, que la
aparición podría ser algún alma de las que se encuentran enterradas en el
antiguo cementerio publico ubicado en la PLAZA DE LA QUINTANA y otros creen que
puede ser el alma de alguno de los que fueron condenados a morir en la hoguera
en la época de la inquisición, acto que se llevaba a cabo en esa misma plaza.
Sepulcro conservado junto a la PUERTA SANTA |
INFORMACIÓN
RECOGIDA DE LOS SIGUIENTES ENLACES
https://galiciapuebloapueblo.blogspot.com/p/catedral-de-santiago.html
que interesante
ResponderEliminarme gusta como redacto el autor del articulo y tambien me gusta la informacion que contiene.
Me alegra que le gustase. Muchísimas gracias!
Eliminar