Levantado en el año 1585
por los señores Gómez Ares de Mosquera y Elvira Prego de Montaos y reedificado
en 1879 por iniciativa de los señores D. Antonio Piñeiro y Aguilar y Dña. María
Asunción Diago y Tirry, Condes de Canillas.
Hoy es propiedad de los herederos
del destacado pintor Roberto González del Blanco.
Realizado en granito, el cruceiro principal posee cruz circular, leñosa y
con nudos, con dos figuras.
De un lado la figura de Cristo crucificado, con tres clavos, inclinando
la cabeza hacia la derecha, las manos cerrradas, corona de espinas, paño de
pureza sujeto con una cuerda, INRI (pergamino).
En el reverso la Virgen en actitud de orar, con las manos en cruz sobre
el pecho y sobre peana de un ángel.
Se asienta en un capitel cuadrangular con astrágalo cuadrangular, liso y
con chaflanes, volutas, conchas, orlas vegetales, ángeles y ábaco, lados curvos
y vértices achaflanados; fuste octogonal con estrías sobre pedestal
cuadrangular; base octogonal con símbolos de la Pasión: calaveras y tibias;
plataforma cuadrangular de dos grados.
Las cruces laterales son de sección octogonal sobre bases y plataformas
octogonales. En el fuste llevan una cartilla.
El conjunto que se asienta sobre una grada de piedra labrada, está
rodeado de una maraña de cables de la luz que le resta vistosidad.
Junto al calvario se levanta una pequeña capilla y en las cercanías se
encuentra la IGLESIA ROMÁNICA DE SAN VICENZO DE CESPÓN.
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