El río Furelos nace de la confluencia de varios cursos de agua que
bajan de los montes de la sierra do Careón,
en este ayuntamiento de Toques.
A su paso por la parroquia de Brañas, nos sorprende con unos
espectaculares saltos de agua, son las hermosas Fervenzas de Brañas.
El más imponente de todos se desploma con toda su efervescencia por entre
las rocas, salvando un desnivel de más de 40 metros.
El importante precipicio que tiene que sortear el rio en este tramo,
cobra especial belleza después de un tiempo de lluvias, cuando el ancho caudal
resultante dibuja un cuadro de singular belleza.
En su ladera existe un viejo MOLINO de canal que
dejó de prestar sus servicios hace 35 años. A él se desplazaban los vecinos de
Brañas y de otras parroquias para moler el trigo. Tal era su fama que aun
teniendo otros molinos más cercanos, se prefería venir a este por la calidad de
su moledura.
Si nos fijamos en los márgenes laterales del cauce, podemos observar que
la piedra está teñida de un tono negruzco. Esto es debido a que antiguamente
llovía mucho más que en la actualidad por lo que el cauce era más del doble.
Tal era la fuerza del agua en la época de lluvias y deshielo, que los
habitantes del molino a veces tenían que salir, por miedo a que se inundara la
casa al ver como el agua sobrepasaba el tejado.
Siguiendo río abajo, el curso fluvial ahora ya encajonado, baña otros no
tan aparatosos pero si atractivos saltos.
Por la zona transcurre la ruta circular de senderismo PR-G 166 Roteiro das Fervenzas, uno de los tres itinerarios homologados que
discurren por el ayuntamiento, que además de acercarnos a enclaves naturales
como este, muestran su importante y rico patrimonio.
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