Esta Fortaleza medieval, fue fundada en el siglo XIII por la familia
Noguerol, condes de Amarante, sobre un antiguo castro.
La Casa de Amarante está relacionada con el MONASTERIO DE VILAR DE DONAS. En el origen de esta familia destacan los numerosos caballeros que en
lucha con el “infiel” dieron su vida y su apoyo, eminentemente económico, al
Priorato de Vilar de Donas, donde posteriormente tendrían sus sepulcros.
Algunos de sus miembros pasaron a Castilla
entrando en las órdenes militares en las que tuvieron encomiendas. En tiempo de
Enrique II (1369-1379), era comendador de Belvis, en la orden de Calatrava, fray Alonso Gutiérrez Noguerol, y del de la
Magdalena de Salamanca, en la de Alcántara, fray Gutiérrez Noguerol, cuyo solar era la torre
de Amarante. Fray Gil Rodríguez de Noguerol fue comendador de Caravaca en 1387,
en la orden de Santiago.
MONASTERIO DE VILAR DE DONAS. Sarcófago de Don Fernas Ares Noguerol asentado sobre dos leones y un jabalí entre las patas de cada uno, con inscripción al costado de la tapa: "SEPVLTVRA DE DON FERNAS ARES DE NOGUEROL ERA MCCCXVI" |
Del antiguo castillo, se conserva una gran estructura de planta oval, que
pudo ser una torre o un reducto central, a la que se accede por una puerta ojival,
lo que nos lleva a suponer que la construcción es del siglo XIV o XV.
Posteriormente se añadió un torreón que no llegó a nuestros días al ser
derribado por el gobernador Don Fernando de Acuña. Fue reconstruido por Roi
Fernández Noguerol. Este personaje fue uno de los capitanes más destacados en
las contiendas entre el arzobispo de Santiago, don Alonso de Fonseca, y Lope
Sánchez de Moscoso. También participó en la guerra de Granada en 1480.
Apoyado a esos restos se edificó, ya en el siglo XVII, el pazo o mansión
de la familia de los Noguerol, como lo confirman los escudos con las armas de
este noble linaje de los condes de Amarante.
De la construcción original tan sólo quedan algunos restos, ya que al
igual que las otras fortalezas medievales gallegas, sufrió también los ataques
de las revueltas irmandiñas.
El pazo es de ruda arquitectura, destacando las solanas ubicadas en las
esquinas del edificio, con balaustres graníticos y sustentados en ménsulas de
mayor a menor (más pequeñas, pero similares en factura a las de la balaustrada
del Pazo de Santa Mariña de Amarante, también en Antas de Ulla).
La existencia de un HÓRREO asentado sobre el portalón de la
entrada hace pensar en su función más reciente como casa de labranza, lejos ya
de aquellas luchas medievales que destruyeron la fortaleza inicial.
Existe una LEYENDA que asegura la existencia bajo tierra de unos
pasadizos construidos por esclavos, que comunican el pazo con el monte farelo.
Paseando por la aldea, fui fotografiando algunas piedras curiosas
incrustadas en los muros de viejas edificaciones ,...
... e incluso junto a los
muros de la fortaleza.
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