Sencillo cruceiro levantado en el atrio de la iglesia de Nosa Señora do
Belén.
Este templo se encuentra en el lugar de A Graña, perteneciente a la parroquia
de Rodeiro del concello coruñés de Oza-Cesuras. En Belén, se encuentra una de
las 50 mámoas catalogadas en el municipio, así como un Castro, además de una
lápida sepulcral.
Aquí se venera la imagen de San Ciprián, trasladada desde la desaparecida
ermita titular de este santo, situada en el lugar de Corte do Mato. En un lugar
próximo a ella, apareció ya hace algunos años la ESTELA
FUNERARIA ROMANA DE MAZARELAS, hoy custodiada en el MUSEO
ARQUEOLÓGICO DE A CORUÑA.
San Ciprián era tenido por milagroso en la comarca (Veiga y Sobrino,
2008): “unha
vez o lume ía cara ó lugar de Martín, entón colocaron o santo nos prados diante
do lume é este apagouse. O San Ciprián quedou queimado por un lado, aínda hoxe
pode ollarse así”. “O Santiño era bo para todo, pero máis para os animais. Na
romaría traíanlle exvotos de cera, dábanlle limosnas, cartos, queixos, po- ñíanse
velas e tamén traíanse as sedas (rabos de vacas e bestas). Despois puxábase
todo, aínda recordo que Manoliño compraba as sedas pois con elas facíanse
colchóns”.
Actualmente en la iglesia de Belén hay dos imágenes del santo. Una
antigua de madera que se saca en procesión con la Virgen de Belén y San Andrés,
los días 21 y 22 de septiembre durante
la romería. Y otra más pequeña que está en la parte alta del retablo. Esta
última es a la que se refiere el episodio del fuego, ya que uno de sus lados
está quemado.
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