En las comarcas de Arzúa y Terra de Melide, hay numerosas fuentes
santas con importantes santuarios milagrosos como: el de Santa María de Rendal
(para los males de oído y muelas); el de San Martiño de Andabao (para los males
de la cabeza); Santa María da Capela en el que se le reza a San Blas para los
males de la garganta; o este de Santa Columba das Pías que sirve de remedio
para diversos tipos de patologías.
Cuentan que el señor de Golmar, don Pedro de Barallobre dejó orden en su
testamento que en esas tierras suyas, sus hijos levantaran un cruceiro y una
ermita. Asi se hizo, y en ella comenzó a funcionar la Cofradía de las Ánimas
del Purgatorio, tal y como consta en registros del año 1670. En el año 1696, el
Papa Inocencio XII le
concede una Bula de Perpetuo Jubileo, aumentando así los devotos a la Santa. De
la importancia milagrosa de este santuario ya dieron cuenta Vicente Risco y
Amador Rodríguez en “Terra de Melide” del año 1933, en el que hablan tanto de
la romería que se hace por Pentecostés, cómo de las propiedades curadoras para
los diversos males. Por aquí pasa el CAMINO NORTE a Compostela, lo que hace
que la historia de la iglesia esté ligada a este y a sus caminantes.
Cuenta con un interesante conjunto artístico y natural. Una iglesia-santuario,
junto a dos cruceiros (a uno le falta la cruz), un roble centenario y una fuente
santa. Todos ellos proveídos de propiedades “mágicas” de índole milagrosa.
El elemento más antiguo del santuario se
corresponde con el cruceiro que está a un lado de la ermita (al que
lamentablemente le falta la cruz), que cuenta con una inscripción en la basa
donde se lee: “Mandó hacer a su costa Don Pedro de Barallobre, año de 1614”.
A un lado de una carballeira, se encuentra la IGLESIA-SANTUARIO edifica entre 1670-1672. De una sola nave con
muros de cantería y mampostería con tejado de teja. En el interior contiene un
retablo de madera policromada creado por Tomás de Fachal y Pedro Otero,
escultores de Santiago de Compostela.
Presenta adosado un oratorio externo conformado cómo un porche, que se edifica en el año 1704.
Presenta adosado un oratorio externo conformado cómo un porche, que se edifica en el año 1704.
Adosada al santuario se construyó, por obra del licenciado Barallobre
del Pazo del Golmar, una pequeña capilla con advocación a Santa Columba das
Pías. Su construcción data de 1710 y tan sólo tiene 10 m2. En ella se descubre
una imagen de la santa realizada en piedra, bajo una artística capilla con un
frontón decorado con un ángel en relieve.
A unos 50-60m. en dirección noroeste de la ermita, se sitúa la FUENTE SANTA de estilo barroco, donde
se debe beber el agua, o lavarse en
ella, para ponerle remedio a las más diversas enfermedades. Se dice tiene
propiedades milagrosas para remediar los dolores de cabeza, de pies, de la
garganta, de la vista, siendo buena para
artritis, artrosis, reumas y para las afecciones de la piel. Según los vecinos, esta agua se puede conservar sin que se pierda su
salubridad ni se vuelva verdosa.
También es muy destacado el ritual que se hace en torno al ROBLE
CENTENARIO ubicado en el flanco sur de la iglesia, de porte majestoso
por las grandes dimensiones que tiene (alrededor de unos veinte metros de
altura y considerable grosor). Este roble presenta una cruz grabada en su tronco,
hecha para sacralizarlo y que además cuenta con una pila a sus pies. La
tradición manda llenar dicha pila con agua de la Fuente Santa (que además fue
bendecida) y dar nueve vueltas alrededor del roble y de la pila, dándole un
beso al tronco, rezar un Padrenuestro y la Señal de la Cruz por cada giro, para
alcanza una gracia deseada o bien para agradecer a Dios alguna cosa.
La tradición habla de un RITUAL
consistente en hacer sonar la campana de la iglesia, tirando de la cadena a
dentelladas, para obtener la curación de los males de dientes y muelas. Esta
práctica es idéntica la que se practica en el Santuario de Nosa Señora de
Rendal, en Arzúa. Vemos, por tanto, que las propiedades milagrosas del
Santuario das Pías superan la mayor parte de los santuarios gallegos debido a
su versatilidad ¡bueno tanto para un roto
cómo para un descosido!
Independientemente de la fe que uno deposite en estos elementos merece
la pena una visita a un lugar cargado con una atmósfera tan sugestiva. El día
de la fiesta se hace una procesión por el perímetro exterior de la iglesia, a
la que acude la gente para obtener una gracia que cure su enfermedad, o también
para agradecer la intercesión de la santa a la hora de curar algún mal al que
se habían encomendado con anterioridad. La diferencia de otros santuarios
desparramados por el territorio gallego, este das Pías es famoso por ser lugar
en el que se concedía el beneficio de las indulgencias plenarias, y también
porque a diferencia de otros santuarios milagrosos “especializados” en una
determinada dolencia, el das Pías, es un santuario en el que acuden fieles para
curarse de las más diversas patologías médicas. Por ejemplo males de la cabeza,
de los pies, de la garganta, de la vista y de las aficiones de la piel, entre
otras.
Resulta muy intensa la esencia de
un lugar tan representativo de la tradición cultual gallega en el que se
combinan los elementos más característicos del patrimonio cultural e inmaterial
gallego.
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