SANTA MARÍA DE PESQUEIRAS, CHANTADA


Se ubica sobre la ladera del río Miño, de una gran inclinación y rocosa, desde donde se pueden disfrutar unas preciosas vistas panorámicas del EMBALSE DE BELESAR (enlace a nuestra publicación) y los viñedos de la D.O. Ribeira Sacra.



El camino medieval de Belesar a Chantada, un hermoso paraje tupido de castaños y robles centenarios no muy transitado, lo cual la hace todavía más especial, nos acerca a la iglesia que, orgullosa y reacia a desaparecer de la historia, nos muestra sus influencias Mateanas, que seguramente transportó el río.








Puede que el nombre de esta iglesia monástica este en relación con un arte de pesca bastante extendida en el curso medio-bajo del río Miño: la pesqueira, o también llamado caneiro. Consistía en erguir unos curiosos muros de piedra a manera de  paralelepípedos en el canal de las riberas del río. Ubicados bastantes próximos unos de los otros, formaban como una especie de corredores en los que se colocan aparatos a modo de redes con los que se daba caza las diversas especies piscícolas que oferta el padre Miño. Se comenta que el pescado más apreciado por los pescadores que utilizaban la pesqueira era la lamprea. Es bastante probable que esta arte provenga de la alta Edad Media, aunque no se puede obviar el hecho de que diversos autores sitúen el nacimiento de este modo de pesca en el período de la dominación romana.




    En cuanto al MONASTERIO, argumentar que no se tienen noticias de su fundación, aunque sí se sabe que estamos delante de los restos del que algún día fue un importante monasterio de monjas benedictinas, se piensa que cerrado en el siglo XVI. Según un documento datado el 17 de Enero del año 1290 y conservado en el archivo del MONASTERIO DE SAN PAIO DE ANTEALTARES (enlace a nuestra publicación), fue doña Elvira Ares o Eanes,  priora de Pesqueiras en aquel tiempo, quien compró por cuatro marabedís o “directo, xantar y patronato” que sobre este cenobio tenía don Rodrigo Arras, hijo de Arras Fernández de  Sindrán y de Teresa Pérez. Según se cree, la época de mayor prosperidad y dinamismo del monasterio dio comienzo en el año 1107, fecha en la que se ha constatado una donación por parte del conde don Ramón a este cenobio. A finales del siglo  XV fue anexionado por SAN PAIO DE ANTEALTARES a pesar de la oposición de la priora, doña Inés Guitián que fue privada de su cargo por fray Rodrigo de Santiago.

Pergamino custodiado en el Museo de Arte Sacro de Antealtares


La citada anexión produjo que este templo fuera perdiendo con progresividad el peso y la importancia que llegó a tener. A todo esto se unió en fechas recientes la creación de una nueva iglesia para la parroquia, impulsada por el párroco don Benjamín Ventosinos Fernández, y que en la actualidad alberga el culto de los feligreses de Pesquerías.



  La iglesia que en la actualidad se observa, parece posterior edificación a la que algún día debió de existir en este lugar. Para corroborar tal dato, señalar que: En el templo se localizaba una pila bautismal de época prerrománica; y la existencia de una inscripción en la que se hablaba de su restauración en el año 1120 o 1121 por un tal Juan Matheu Doal. Sobre este dato existe mucha confusión.
                                                                             




                                                                           
De la IGLESIA, decir que la nave de planta rectangular se encuentra divida exteriormente en dos tramos por sólidos contrafuertes.



Uno siempre recibirá una buena recompensa, por conseguir acercar esta joya, a quien ama el románico de la Ribeira Sacra.

El ábside semicircular tiene columnas adosadas y tres ventanas de arco de medio punto, con capiteles y canecillos con motivos vegetales y geométricos.









--

El FRONTIS, con puerta circular, parece ser reedificada en fecha bastante posterior, pero conserva su campanario.





En el lienzo sur hay una delicada PORTADA, con doble arquivolta y dos pares de columnas. 



Nos introduce en el templo bajo sogueados, perlados, botones y sarmientos que, como los cimacios, de nuevo apuntan a Mateo. 





En el interior, el pavimento de la nave presenta dos niveles claramente diferenciados que obedecen a la acusada pendiente del terreno sobre el que se asienta el templo en la vertiente oeste del río Miño. El tramo inmediato a la portada, más elevado, solventa el desnivel mediante una tribuna, desde la que descenderemos por medio de escalones a la nave. Y sobre ella se alza un coro alto realizado en madera.

La nave recibe luz directa por medio de cinco ventanas, una, de menor tamaño, dispuesta sobre el arco triunfal.


Su adaptación al terreno irregular hace que el altar también se remarque en altura con dos escalones.

En la decoración del arco triunfal, que resalta la zona sagrada del altar, se observan claramente influjos del Maestro Mateo. En su mayoría con decoración fitomórfica.

La cabecera muestra una estructura plenamente románica, con dos tramos, cubierto el presbiterial con bóveda de cañón y el hemiciclo con cascarón. Sus tres absidiolos, que no se manifiestan al exterior, copian las mismas fórmulas que la vecina Iglesia de SANTO ESTEVO DE RIBAS DE MIÑO (enlace a nuestra publicación).


De gran valor artístico son las PINTURAS MURALES en tonos ocres (siglo  XVI), en las que se representan diversas escenas bíblicas. Como esta ANUNCIACIÓN curiosamente fragmentada para adaptar al espacio la representación. Quizá sea del donante la misteriosa imagen que desde un lugar privilegiado nos observa en su medallón, a la vez que se inclina ante la imponente imagen de María.

 A un lado encontramos al arcángel Gabriel.

Y al otro una delicada María que irradia serenidad y pureza  en todos sus detalles.

 

Preside el conjunto el Pantocrátor, el Padre Eterno, sosteniendo en una mano la bola del mundo, que corona con una cruz, mientras que con la otra nos bendice o nos advierte. La figura tiene una tiara triple y una colorida capa roja.

En el muro norte, la RESURRECCIÓN DE CRISTO también se adapta al espacio disponible: en la Ribeira Sacra el espacio era un tesoro, y la lucha por su conquista una quimera, que está presente en todo. 

Cristo triunfante con los soldados ajenos a sus pies que dormitan, y siguen con sus juegos y actitudes. Burlesco parece también el escudo de uno de ellos, y caprichosos y significativos sus tocados y sombreros, que nos llevan a la corte de Felipe II.

La magnificencia del JUICIO FINAL imponente y aterradora  se despliega por el muro sur. Pero aquí  encontraremos el capricho manierista, en las poses forzadas, teatrales de los condenados, en la maldad de los pecadores…el ingenio y el poder del mal se manifiestan en demonios que portan mosquetes, que con su izquierda manejan y nos amenazan.

En el lado del mal los colores se encienden, rojos, tierras... y todo es absorbido por una boca demoníaca.

El lado del bien lo domina San Pedro celestial que espera y acoge en sus murallas a los justos, ordenados y obedientes que caminan hacia él. 

Cristo sobre nubes celestiales, anunciado por ángeles trompeteros lo preside, y  flanqueado por su corte celestial donde todos sabemos quién es quién a través de sus atributos, que a su vez nos recuerdan lo importante y duraderos que son nuestros actos.

Por eso allí está San Miguel como modelo luchando contra el dragón, símbolo del mal, al que consigue dominar. 

En ambos muros se practican dos hornacinas, de dimensiones superiores a los nichos habituales, bajo arco de medio punto y ricamente decoradas por una chambrana, con arquitos dispuestos radialmente (sur) y una guirnalda de cuadrifolios (norte). Este elemento estructural y sus motivos ornamentales están presentes en el tramo presbiterial de Santo Estevo, iglesia con la que comparte numerosas similitudes. 

El mensaje está lanzado, serás tú uno de los afortunados que lo entienda si realizas una visita guiada con “Máis que Románico”, aquí os dejo el enlace http://maisqueromanicorutas.com/ .


Alguna escultura, que con anterioridad estaba en este templo, no se encuentra en la actualidad en el mismo por no celebrarse culto en él. Ejemplo de esto son las tallas de Nuestra Señora del Carmen y nuestra Señora del Rosario. Pero la verdadera joya escultórica del templo estaba en la TALLA DE SANTA MARÍA DE PESQUERÍAS; totalmente románica, hierática y sedente, poseía un elevadísimo valor artístico. Digo poseía, porque se perdió en un fatal incendio que asoló la iglesia nueva de Pesquerías a donde había sido trasladada. 


Se tiene constatado que esta edificación sufrió saqueos, ya que de la misma faltan piezas como la pila bautismal prerrománica citada anteriormente.

En el curso de la restauración de la pintura mural del presbiterio, se constató que la iglesia se había convertido en el hogar de cientos de MURCIÉLAGOS que anidan en el techo de la nave. Al ser una especie protegida, y con la particularidad de que la iglesia no tiene culto, se decidió que era posible compartir el espacio, de manera que un gran paño de malla fina separa las pinturas murales del resto de la iglesia.



Es de las pocas iglesias románicas que no vio modificada su planta con la adhesión de construcciones o sacristías. Ha sido declarada Monumento Nacional en 1950.







TODA LA INFORMACIÓN INCLUIDA EN ESTA PUBLICACIÓN, HA SIDO RECOGIDA DE LOS SIGUIENTES ENLACES:



                                                                                                       


VISITA OTROS SORPRENDENTES LUGARES DEL MUNICIPIO DE CHANTADA EN ESTE ENLACE, CON UN MAPA PARA LLEGAR A CADA UNO DE ELLOS.