Dentro de los espacios naturales que nos topamos por nuestras andaduras
por el municipio, una de esas sorpresas que no te esperas, fue el MOLINO
DE DONALBAI, encontrado gracias a la amabilidad de un paisano
del lugar, que nos encontramos cuando fotografiábamos uno de los cruceiros de donalbai. Muy amablemente se ofreció como guía y nos comentó detalles
curiosos del dominio propiedad de su familia, acercándonos
al molino,...
...y nos enseñó, algo desde mi punto de vista muy curioso; una cruz de
hierro que un familiar había forjado en la primera mitad del siglo xx, y la
había sujetado al tronco de un hermoso carballo (roble) de la
propiedad, el motivo no lo sabía.
Pero lo curioso es ver esa cruz; el propio árbol, en su desarrollo se había
apoderado de ella, acoplándola a su corteza como si le perteneciese.
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