DONDE EL LANDRO SE TORNA MAR
Entramos en la villa atravesando el PUENTE DE LA MISERICORDIA, de origen medieval (siglo XIV); levantado sobre otro anterior romano, con doce arcos de los cuales tres permanecen encubiertos. Su culminación tuvo lugar en 1544, reinado de Carlos I, aunque anteriormente, fue modificado en el SXV, por el rey Enrique IV de Castilla (Hermanastro de Isabel la Católica). Daba nombre a la ciudad en el pasado, así Viveiro era conocido como Concejo de la Puente de Vivario.
Este puente une los márgenes de la ría desde la CAPILLA DE LA MISERICORDIA (enlace a nuestra publicación), de la que acogió su nombre.
Hasta la PUERTA DEL CASTILLO DEL PUENTE o PUERTA DE CARLOS V. Construida sobre la base de otra anterior del s. XIII que la acción de las mareas, afrentas e incendios deterioraron hasta el extremo de edificar otra en 1548, como homenaje al emperador Carlos I de España.
Hasta la PUERTA DEL CASTILLO DEL PUENTE o PUERTA DE CARLOS V. Construida sobre la base de otra anterior del s. XIII que la acción de las mareas, afrentas e incendios deterioraron hasta el extremo de edificar otra en 1548, como homenaje al emperador Carlos I de España.
De estilo renacentista-plateresco, esta puerta dispone de dos cuerpos
y terraza bien diferenciados; en el cuerpo inferior se encuentran los escudos
de Galicia y Viveiro, la parte superior exhibe el escudo de armas imperial y
encima el busto de Carlos V. Termina el conjunto con una interesante cornisa horizontal y un parapeto.
En la parte trasera y en su honor, una IMAGEN DE SAN
ROQUE que substituía a la imagen de la Virgen de los Desamparados, pues se
forjo que este santo fue quien salvo a la villa de la peste bubónica. Esta puerta fue declarada en 1942 Monumento Histórico Artístico
Nacional.
Es una ciudad señorial, con calles pavimentadas de
grandes losas.
Esta organizada por dos calles principales casi paralelas, una
fuera de la muralla y que es carretera y otra dentro; donde desembocan en
cuesta todas las callecitas que componen el espacio urbano, con placitas
escondidas como la de Fontenova,
Destaca la fachada de casas con galerías
acristaladas y maderas pintadas de blanco, típica construcción de ciudad
gallega marítima, que tiene su máximo exponente en A Coruña.
Nos dirigirnos a la PLAZA MAYOR, centro vital de la ciudad.
Como su
nombre indica, es la más grande de las 4 plazas de la ciudad y el
"umbilicus urbis". Está presidida por una figura
realizada en 1891 de “El príncipe del romanticismo”, Nicomedes Pastor Díaz,
escritor y político´, natural de Viveiro, escritor del Romanticismo, rector de
la Universidad de Madrid y ministro de un gobierno de la etapa isabelina.
Para evidenciar su belleza artística, no hay nada
mejor que perderse por las calles de su barrio antiguo, y verificar las huellas
llegadas hasta nuestros días.
Entre los monumentos más representativos esta la Casa Consistorial, coronada con un artístico reloj de sol.
Subimos por la calle Díaz Feijoo, para averiguar cómo
era la ciudad, y nos tropezamos con un antiguo convento del siglo XIX, que
no se llegó nunca a habitar. Iglesia dominica de estilo neogótico, y aspecto mudéjar, hecha de ladrillo,
levantada a comienzo del siglo XX que quedo sin terminar por motivos económicos,
perdurando en el abandono.
Hasta que el 7 de junio de 2012, leemos en la prensa:
“Se viene abajo
de madrugada parte de la fachada de un antiguo convento situado en el casco
histórico de Viveiro”.
… Y a los pocos
días…
"demolición
de emergencia", a la espera de redactar el correspondiente proyecto para
deshacer el frontispicio, de unos veinte metros de altura, dado que se trata de
un elemento patrimonial catalogado.
Al menos para nosotros perdurara en nuestro recuerdo.
Tomamos por EL CALLEJÓN DEL MURO, un estrecho
pasadizo que formaba parte del parapeto de la antigua muralla, solo tiene entre
1,5 a 2 metros de anchura, y se considera una de las calles más estrechas de
España.
Continuaremos hasta llegar al MONASTERIO DE SAN FRANCISCO (enlace a nuestra publicación), situado fuera del antiguo recinto amurallado.
Seguimos nuestro paseo y en el recorrido nos encontramos con la iglesia de SANTA MARÍA DEL CAMPO (enlace a nuestra publicación), la más antigua de la ciudad.
Unos metros más adelante nos topamos
con el CONVENTO DE LAS CONCEPCIONISTAS FRANCISCANAS DE VIVEIRO, que fue el más rico de la comarca. Su construcción data de finales del S.XVI.
Es un convento de traza renacentista, que contrasta con el ábside románico de la iglesia de SANTA MARÍA DEL CAMPO (enlace a nuestra publicación), situada frente al convento.
En el interior del convento todos los años se expone un hermoso BELÉN (enlace a nuestra publicación).
En el lugar también está la conocida por LA GRUTA DE LOURDES, réplica fiel y a escala de la gruta gala, se hizo en 1925.
En el interior del convento todos los años se expone un hermoso BELÉN (enlace a nuestra publicación).
En el lugar también está la conocida por LA GRUTA DE LOURDES, réplica fiel y a escala de la gruta gala, se hizo en 1925.
A su lado se halla la Calleja de las Monjas, de sabor
medieval, que va a desembocar en la románica (XIII) PORTA DO VALADO (enlace a nuestra publicación), hoy rúa María de las Alas
Pumariño; fundadora del convento.
Esta puerta es de las mismas características
que la Porta da Vila, pero de menores proporciones, por lo que se considera una
puerta secundaria, mientras la PORTA DA VILA (1217), es considera la
entrada principal de la antigua calzada romana.
Sencillo arco de medio punto con bóveda de cañón, que
servía de entrada por el llamado Camino Real. Conserva la inscripción
epigráfica, en piedra, más antigua de Viveiro, que dice:
ERA: M:CC:LV: Era
1255 (año 1217)
IN TEMPO AF: en
tiempo de Alfonso (rey Alfonso IX)
Interiormente, sobre la puerta conserva un moderno
camarín de madera con el grupo escultórico del Cristo del Amparo.
Cada rincón de esta villa tiene algo
que interpretar. Por ello el sitio nos transporta junto a nuestra fantasía a tiempos vividos de su historia.
Y no es de extrañar, que esta historia; con la
multitud de santuarios que por la villa han pasado, produzcan
que la SEMANA SANTA DE VIVEIRO haya alcanzado la declaración de Fiesta
de Interés Turístico Internacional en 2013.
Finalizamos este recorrido, destacando algunos de sus hechos históricos:
En el escudo de la Muy Noble y Muy Leal Ciudad de Vivero trae por armas, en el campo de gules, un puente de plata de cinco arcos, mazonado de sable, sostenido de fajado-ondeado de plata y azul, y sumado de león de oro coronado de lo mismo, y acompañado de cinco custodias de oro, con la sagrada forma de plata, puestas tres en jefe y una en cada flanco. Al timbre, corona real cerrada. |
La villa de Viveiro se denominó en la antigüedad Concejo de la Puente de Vivario, por el puente construido durante la dominación romana.
La llegada de la invasión árabe destruyó la villa, pero pronto fue reconquistada. El Rey Don Pelayo recompensó a Vivero por los servicios prestados en la Reconquista concediéndole grandes privilegios, dejando a la villa "en guardia y custodia" de cuatro hombres, fundadores de los linajes vivarienses: Páez de Cora, Alfeirán, Vizoso y Gallo.
La documentación histórica más antigua que se conserva es del siglo XII, del año 1112, cuando la reina Doña Urraca I de León (a quien su padre el rey Alfonso VI otorgó el condado de Galicia), concedió el señorío del entonces burgo al Obispo de Mondoñedo don Nuño Alfonso. Finalmente, en el año 1346 el rey Alfonso XI de Castilla le concedió la condición de realengo, en contra posición a la de señorío.
Durante la segunda mitad del siglo XV, Viveiro fue escenario de la guerra civil existente entre nobleza y vasallos, conocida como Guerra Irmandiña. Dentro de estas revueltas, destacó la figura de Pero Pardo de Cela, quien fuera alcalde de la villa, como recompensa de su apoyo a Isabel la Católica. Sin embargo, acabaría por encabezar una rebelión contra la realeza, lo que llevaría en el año 1476 a su destitución de la alcaldía por parte de los Reyes Católicos. En el año 1478 es expulsado de Viveiro, refugiándose en el CASTILLO DA FROUXEIRA (enlace a nuestra publicación), donde se enfrentó a Fernando de Acuña, primer Gobernador y Justicia Mayor del Reino de Galicia, quién lo acabaría conduciendo al cadalso.
En la Edad Moderna, Viveiro era una villa poseedora de riqueza y una importante actividad comercial marítima.
Por último, a finales del siglo XIX, también empezó a tomar importancia la actividad minera, con la extracción de hierro en la llamada MINA DA SILVAROSA (enlace a nuestra publicación) por parte de empresarios procedentes de Alemania.
INFORMACIÓN RECOGIDA EN INTERNET.
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