A los romanos se debe la construcción, en el siglo II, del primer puente de la villa que unía los dos barrios, y que luego será aprovechado por los peregrinos, convirtiéndose en un enclave claro en el camino a Santiago, pues era una de los pocos puentes que por aquel entonces permitía cruzar el rio Miño. Portomarín ya aparece mencionado en el año 792, como Portumarini.
ARRANQUE DE UNO DE LOS ARCOS DEL PUENTE ROMANO, AHORA OCULTO BAJO LAS AGUAS DEL EMBALSE QUE ASOLÓ EL VIEJO PORTOMARÍN |
El origen de la villa parece estar ligado al conde don Gutierre y a la condesa Ilduara, padres de San Rosendo, obispo de Mondoñedo y fundador del MONASTERIO DE CELANOVA (enlace a nuestra publicación), en el siglo X.
Durante la Edad Media probablemente alcanzó gran importancia, hasta el punto de contar con tres órdenes de caballería, todas ellas implicadas en las labores de atención humanitaria a los peregrinos. En la margen sur el barrio de San Pedro donde estuvieron asentados los caballeros de la Orden de Santiago y la Orden del Temple, mientras, en la norte, el de San Juan o San Nicolás donde estaba la Orden militar de los monjes-caballeros de San Juan de Jerusalén, posteriormente Orden de Malta. Por ese motivo, tanto en el escudo como en la bandera predomina este símbolo También tiene una gran presencia el río Miño y el puente que antiguamente unía la ruta de los peregrinos con el río. Desaparecieron de la bandera cuatro flores de Lis que los técnicos consideraron que no tenían relevancia histórica.
En el Códice Calixtino aparece Portomarín apelado como Pons Minea (puente de Minho), momento en que se considera Portomarín, paso obligado del Camino de Santiago
En 1112 el puente fue destruido por Urraca, reina de Castilla, para detener el paso de las tropas de su marido, Alfonso el Batallador, y años más tarde, esta misma reina ordenaría reconstruir el puente a Pedro Peregrino.
Tras la construcción del EMBALSE
DE BELESAR, hacia 1956, se decide trasladar la Villa al vecino Monte do Cristo, así, el Portomarín nuevo que hoy observamos, data de 1962.
En las temporadas en que baja el nivel del pantano, todavía son visibles los restos del ANTIGUO PORTOMARÍN (enlace a nuestra publicación), sus ruinosas edificaciones, el malecón y el primitivo puente.
Creado por Fenosa un nuevo escudo heráldico, no
oficial, permaneció inalterable, muchos años.
La inauguración
del nuevo Portomarín tuvo lugar el 10 de septiembre de 1963 por el Jefe de
Estado, Francisco Franco; Pedro Barrié de la Maza, presidente de Fenosa; y Eduardo del Río Iglesias, Gobernador de Lugo. El proyecto se
encargó al arquitecto Francisco Pons Sorolla Arnau, en colaboración con Manuel
Moreno Lacasa. La estructura del nuevo pueblo responde al diseño de calles rectas enlosadas con cantos rodados y cantería.
Varias edificaciones histórico-artísticas importantes, han sido recuperadas del ANTIGUO PORTOMARÍN (enlace a nuestra publicación), y aunque descontextualizadas y colocadas sin rigor histórico, si se han rehabilitado para perpetrar el valor monumental de la antigua villa. Preside el centro una plaza porticada, donde se sitúan algunos de sus importantes monumentos
La pieza primordial es IGLESIA DE SAN NICOLÁS (enlace a nuestra publicación), trasladada piedra a piedra a esta su nueva ubicación, y declarada Monumento Histórico-Artístico por decreto el 3 de junio de 1931. El monumento mitad iglesia mitad castillo, fue concebido como baluarte protector del puente romano, situado a su pie, con el traslado se desvirtuó este hecho, más su monumentalidad, persiste indemne.
Otro es la CASA DEL AYUNTAMIENTO, de nueva construcción.
El ayuntamiento, tiene aspecto de casona gallega, con reloj a uno de sus
En el segundo cuerpo lo compone un balcón corrido, y la techumbre de losa del país es de aspecto plano.
Situado en la plaza
porticada al lado del ayuntamiento y con la iglesia de San Nicolás al frente,
otro de los edificios salvados. Es el Pazo del General Paredes o CASA DEL CONDE
DE LA MAZA (apellido del condado de los Taboada), también llamado Casa Grande
de Arriba, era el palacio más importante del barrio de San Juan de Portomarín,
en él vivió el Comendador más destacado de la Encomienda de Portomarín, Frey Juan Piñeiro. Lo mando construir en el siglo XVI el Capitán D. Gregorio de
Villar y Castelo, su primer dueño. En el momento del traslado estaba
deshabitado. El edificio está construido en cantera de granito y piedra. Para
restauración se utilizaron piezas de sillería procedentes del antiguo hospital
de peregrinos además de las propias del pazo. El cuerpo situado a la
izquierda tiene forma de torreón con puerta en la planta baja en arco de medio
punto, que daba entrada al vestíbulo y bodega, y actualmente, a las amplias
escaleras de cantería granítica que conducen a la cima de la torre.
PAZO DO GENERAL PAREDES.
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Con el traslado cambió de titular pasando a manos del Ministerio de Agricultura, en 2014 el ayuntamiento compró su propiedad al citado Ministerio. La fachada principal situada al Este se divide en tres cuerpos con altura de dos plantas, el central tiene amplia solana sujetada por columnas poligonales que alberga los soportales del bajo constituidos con pilares renacentistas.
Está realizado en granito, embellecido con hornacina ataviada con la imagen de la Virgen María, y dos escudos heráldicos del siglo XVIII en la fachada situada al Norte.
En la fachada Sur , con el traslado, se situó un blasón y piedra con barras de nobleza procedentes del Palacio de la Encomienda.
Ya fuera de la plaza, pero igualmente rodeado de un bello entorno se localiza el PAZO DE BERBETOROS, también llamado coloquialmente "Casa da Marquesa".
La dinastía de los Berbetoros en Portomarín comienza con Andrés Berbetoros y Ribadeneira y su esposa Inés Páramo Neira, primeros marqueses de Bóveda y Limia, y finaliza con Joaquín Pímentel y Miranda, VI Marques de Bóveda y Limia fallecido sin descendencia.
La edificación data del siglo XVII, y sirvió de casa rectoral a la cercana parroquia de SAN PEDRO (enlace a nuestra publicación), también traslada.
Tiene importante solana que se conserva, con balconada de columna, marcadas con las armas de las familias Taboada y Montenegro.
El muro Oeste estaba encopetado por una cartelera con follaje y óvalo con leyenda.
Aunque actualmente no es esta la entrada obligada a la villa, la CAPILLA DE LAS NIEVES conserva la imagen de entrada a ella en las peregrinaciones del medievo, respetando, y actualizándose a las circunstancias.
La capilla se encuentra al termino de un arco del antiguo puente medieval, en el centro urbano del pueblo, lugar una vez ocupado el hospital de la Orden de San Juan (hospital de peregrinos), conocido como Domus Dei, del que solo queda de su presencia, el escudo e inscripción situados en la fachada principal o Norte, piezas hoy depositadas en el Museo Provincial de Lugo.
La singularidad de la capilla no residía en su dimensión artística, si no en su valor rememorativo reconocido en el Códice Calixtino. Se trata de una construcción simple, hecha de mampostería, con una sola nave y espadaña en la fachada.
Escudo situado lateralmente en la capilla del puente romano, con leyenda que dice: SAN ANT HIZOSE A DEVICIÓN DE LOS VOS. DESTA VILLA AÑ 1616. |
Hay que ascender 48 peldaños, sobre los restos de un arco del puente romano, hasta llegar al oratorio.
En el medievo estaba dedicada a Santiago, y según el Codex Calixtinus, al cruzar por su bóveda se recibía bendición papal, de ahí la importancia de la población en el Camino a Santiago.
El arco de apoyo del puente romano que daba entrada al antiguo barrio de San Juan y que representaba simbólicamente la vinculación del conjunto con el camino francés, se trasladó, para que la bienvenida al peregrino se mantuviera como entrada al nuevo núcleo, el arquitecto optó por asentarlo en la colina de subida al "Monte do Cristo" para ser visualizado desde el puente moderno de acceso, como memoria de su existencia, y así, poder evocar el hecho de las peregrinaciones.
En las calles del Portomarín nuevo, se abren casas con soportales que guarecen de la lluvia en invierno y del sol en verano,...
... fomentando placidez, con su color blanco en paredes y verde en carpintería, causando sosiego a peregrinos y turistas.
Portomarín tiene también, amplios espacios verdes y paseos desde los que se vistan bellos paisajes dominados por el pantano.
La naturaleza y el agua dispensan parques y jardines, invitando a un entorno pausado y tranquilo.
Es el pueblo gallego que tiene más metros cuadrados por habitante, dentro del casco urbano, dedicados a espacios verdes, conocido con el seudónimo de "VILLA JARDÍN", lema creado en 1970.
... fomentando placidez, con su color blanco en paredes y verde en carpintería, causando sosiego a peregrinos y turistas.
Es el pueblo gallego que tiene más metros cuadrados por habitante, dentro del casco urbano, dedicados a espacios verdes, conocido con el seudónimo de "VILLA JARDÍN", lema creado en 1970.
En el año 1965 gano el primer premio en el concurso de embellecimiento y cuidado de los pueblos de España. Ventanas y balcones llenos de flores y plantas, convierten a Portomarín en un gran jardín, demostrando la gran afición de sus gentes en el cultivo y cuidado de plantas.
Los DOMINGOS FOLCLÓRICOS al igual que el día del aguardiente, surgen de una idea de Alfredo Sánchez Carro para promoción de la villa cuando todavía estaba sumida en la tristeza del traumático traslado. Nacen en el año 1969, dotando a Galicia de una exaltación folclórica que en aquel momento no existía, y que actualmente se celebran los domingos de agosto.
Con respecto a la FESTA DO AGUARDENTE, que típico de esta zona, al igual que la lamprea, se celebra una fiesta todos los años, cada Domingo de Pascua, en la que se pueden degustar ambos manjares desde hace 46 años, se ha habilitado un parque que lleva el nombre de Alfredo Sánchez, creador de la idea.
Portomarín es un merecedor territorio, tanto por su belleza como por su historia, de ser admirado. El 8 de febrero de 1946, la villa de Portomarín fue declarada Conjunto Histórico Artístico.
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