GALICIA PUEBLO A PUEBLO: SANTA MARÍA DE LAGOSTELLE, GUITIRIZ

Conocida popularmente como la “Iglesia Nueva”, está situada en el Campo da Feira o Plaza Sagrado Corazón de María, de la capitalidad municipal.

Su historia viene determinada por su promotor, el párroco de aquella época Don Manuel Bande, que consideraba que Guitiriz iba a crecer mucho dada su situación geográfica, las expectativas creadas por la futura construcción de un campo de aviación en el Boedo, el auge del BALNEARIO (enlace a nuestra publicación), y el hecho de que al finalizar la Guerra Civil muchos soldados se quedaran en el pueblo le hizo pensar que la “IGLESIA VIEJA” (enlace a nuestra publicación) se iba a quedar pequeña por lo que consideró necesario levantar un templo de grandes dimensiones.

IGLESIA VIEJA

El obispo de la diócesis de Mondoñedo Ferrol, Fernando Quiroga Palacios, poco antes de ser nominado arzobispo de Santiago, fue el encargado de bendecir la colocación de la primera piedra, en la misma jornada en la que también se encargaba de inaugurar la nueva iglesia del BALNEARIO DE PARDIÑAS (enlace a nuestra publicación). Así, la iglesia de Santa María fue construida entre los años 1949-1968, por Manuel Andrés Reboredo, arquitecto asentado en A Coruña que veraneaba en el BALNEARIO DE PARDIÑAS (enlace a nuestra publicación). Faltaba por construir el campanario, que no se remataría hasta 15 años después, en 1983.

El edificio, que destaca por su gran monumentalidad exterior, es de estilo Neorrománico. Posee una planta de Cruz Latina y en su fachada se puede observar rasgos característicos de este estilo, como son, los arcos de medio punto con derrame externo, o el rosetón, en donde destaca la figura de San Juan Bautista. Además de la puerta principal, a la derecha de la fachada hay una lateral que ofrece un acceso independiente al baptisterio, siguiendo la tradición de tener dos puertas: una para la entrada de los cristianos y otra para la de los que se hacen cristianos.

En el interior podemos ver la imagen titular del Corazón de María, obra del escultor Coomente, y otras tallas del s. XVIII entre las que destaca la de S. Juan Bautista.

Esta iglesia es muy querida por los vecinos/as de Guitiriz, ya que muchos de ellos participaron en su construcción, y contribuyeron económicamente dando donativos, los cuales, unidos a los que también hacían los visitantes al Balneario hicieron posible su edificación.

Otro hecho señalable es que la mayor parte de la piedra procedía de las canteras de la parroquia de MARÍZ (enlace a nuestra publicación), aunque también se aprovecharía la de la antigua Capilla de San Blas, un templo ruinoso que se situaba en el Camiño da Torre.

El día de la colocación oficial de la primera piedra, el obispo Quiroga Palacios pudo comprobar in situ como sería la futura iglesia gracias a la maqueta del edificio elaborada por alumnos de la Escuela de Artes y Oficios de A Coruña, donde aún se conserva. (Foto de la página: https://www.elprogreso.es/articulo/a-chaira/igrexareal-guitiriz-posible/201808221425141329813.html)

Para la construcción de la iglesia nueva se aprovechó la piedra de la vieja capilla de San Blas, transportada en carro por los vecinos tras un llamamiento del cura. "Más de cien carros del país transportan la piedra de San Blas", titulaba una noticia de El Progreso que daba cuenta del hecho. (Foto de la página: https://www.elprogreso.es/articulo/a-chaira/igrexareal-guitiriz-posible/201808221425141329813.html)

Como curiosidad, destacar que los edificios del Salón parroquial, la casa de las religiosas llegadas a Guitiriz en los años 80 y la Casa Rectoral, están adosados a la iglesia.

La novedad más importante se produciría en la última década, con el relevo de los viejos ventanales por vidrieras.

En el atrio se encuentra un busto en honor a Manuel Bande López, que está allí enterrado, elaborado en el taller de Mallo, en agradecimiento a la construcción de la iglesia y a sus 50 años de servicio en Guitiriz.

En la plaza se encuentra también un singular RELOJ DE SOL ANALEMÁTICO (enlace a nuestra publicación), uno de los pocos que hay en España.

Junto a este vemos un hermoso hórreo o un monumento en homenaje a Ángel Estraviz Córdoba, muerto en un accidente de helicóptero registrado en Sesma (Navarra).

Además, allí se encuentra “O Recuncho da Infancia” donde podemos ver algunas esculturas de Víctor Corral.

Por último, en una calle lateral al templo parroquial, donde aparcamos, vemos lo que fuera el Pazo de San Antonio, cuyo estado se ha ido deteriorando con el paso de los años y que en su momento fue pretendido por el gobierno local, pero como la propiedad está muy repartida le pareció una empresa más bien imposible y hoy languidece en el más absoluto abandono.