En la parroquia de
Dormeá, una de las que más se citan en documentos medievales, se conserva la
pequeña iglesia de San Cristovo, sencillo templo románico del siglo XIl, que
perteneció a un conjunto monástico.
En 1150 Doña Loba o Lupa Pérez de Traba adquirió la hacienda de San
Cristóbal de Dormeá y el 1 de octubre de 1152 fundó y dotó el Monasterio de San
Cristóbal de Dormeá, donde ingresó como monja. El 8 de noviembre de 1157, se
emitió un privilegio por el rey Fernando II, marcando el coto y concediendo a
doña Lupa la jurisdicción del distrito de Dormeá. Cerca de un siglo después, el trobador Fernán Páez de Talamancos cita más de una vez en sus cantigas satíricas el cenobio y la entonces abadesa, su "coirmáa" y amiga.
Fue hija de PEDRO FROILAZ, conde de Traba y de su primera esposa Urraca Froilaz, tutores
y ayos, a su vez, del niño Alonso, que había de ser el Rey D. Alfonso VII.
Es hermana, por lo tanto, de importantes personajes de la época como Fernando (esposo de Dª Teresa, condesa de Portugal, viuda de D. Enrique de Borgoña y madre de D. Alfonso Enrríquez, primer Rey de Portugal. Se erigió en uno de los baluartes del rey Alfonso VII en el reino de Galicia. Tanto fue así que se le confió la importante tarea de ser preceptor de su hijo, el futuro rey de León, Fernando II) y Bermudo (esposo de la infanta de Portugal Dª Urraca, hermana del rey D. Alfonso I de Portugal). Por su ascendencia y matrimonio figura con el título de “comitissa” (condesa), tal como se puede ver en documentos de 1130 y 1132. Se casó con Munio Peláez, conde de Monterroso, importante personaje del siglo XII. El primer documento en que aparece citado este matrimonio es del 30 de junio de 1111. Entre los años 1112 y 1114, la reina doña Urraca donó al conde Munio y a su mujer, la condesa Lupa, una serie de bienes, que a su vez, en 1114, éstos donaron a la CATEDRAL DE SANTIAGO. En 1145 falleció Munio, su marido, y ella es citada por última vez en un documento de mayo de 1164.
Sepulcro de Pedro Froilaz en la Capilla de las reliquias de la Catedral de Santiago. |
Es hermana, por lo tanto, de importantes personajes de la época como Fernando (esposo de Dª Teresa, condesa de Portugal, viuda de D. Enrique de Borgoña y madre de D. Alfonso Enrríquez, primer Rey de Portugal. Se erigió en uno de los baluartes del rey Alfonso VII en el reino de Galicia. Tanto fue así que se le confió la importante tarea de ser preceptor de su hijo, el futuro rey de León, Fernando II) y Bermudo (esposo de la infanta de Portugal Dª Urraca, hermana del rey D. Alfonso I de Portugal). Por su ascendencia y matrimonio figura con el título de “comitissa” (condesa), tal como se puede ver en documentos de 1130 y 1132. Se casó con Munio Peláez, conde de Monterroso, importante personaje del siglo XII. El primer documento en que aparece citado este matrimonio es del 30 de junio de 1111. Entre los años 1112 y 1114, la reina doña Urraca donó al conde Munio y a su mujer, la condesa Lupa, una serie de bienes, que a su vez, en 1114, éstos donaron a la CATEDRAL DE SANTIAGO. En 1145 falleció Munio, su marido, y ella es citada por última vez en un documento de mayo de 1164.
Lupa fue una gran protectora del MONASTERIO DE SANTA MARÍA DE MONFERO,
primero benedictino y pocos años después cisterciense, al que efectuó
importantes donaciones en los años 1137, 1145, 1147 y 1149.
Entre las más destacadas están sus propiedades dentro del coto jurisdiccional, incluido su palacio, edificación que años más tarde conservaba el nombre de “Casa de la Loba”. En 1157, doña Lupa, ya monja, entregó al Monasterio de Monfero todas las heredades que tenía en Buriz, completando su anterior donación de la IGLESIA DE SAN PEDRO DE BURIZ.
Entre las más destacadas están sus propiedades dentro del coto jurisdiccional, incluido su palacio, edificación que años más tarde conservaba el nombre de “Casa de la Loba”. En 1157, doña Lupa, ya monja, entregó al Monasterio de Monfero todas las heredades que tenía en Buriz, completando su anterior donación de la IGLESIA DE SAN PEDRO DE BURIZ.
El monasterio lo ocuparía desde el inicio una comunidad de monjas
benedictinas. Su comunidad estuvo influenciada por la vida del MONASTERIO DE SOBRADO DOS MOXES de la orden del cister, implantada en la zona desde
inicios del siglo XII. Esta comunidad monacal será suprimida por el arzobispo
Lope de Mendoza que anexiona sus bienes
a San Martiño Pinario.
El templo, único elemento que se
conserva, es de una sola nave y ábside de planta rectangular, destacando la
colección de canecillos de uno de los muros laterales.
La portada principal presenta una fábrica más moderna y está coronada por
una espadaña.
Frente a esta, se levanta un sencillo CRUCEIRO
de buen tamaño, que se asienta sobre una plataforma de tres buenos peldaños y
un amplio pedestal de forma cuadrangular, decorado con encuadres enmarcados en
sus caras y los relieves muy erosionados de calaveras y salamandras tallados en
las esquinas, como símbolos de la muerte y el pecado. Remata en una cruz, muy
pequeña en comparación al resto de la obra, sin imágenes.
Coordenadas: 42º 59' 46.9" N - 8º 05' 24.0" W
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SORPRENDENTES LUGARES DEL MUNICIPIO DE BOIMORTO EN ESTE ENLACE, CON UN MAPA PARA LLEGAR A CADA UNO DE ELLOS.
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