Dentro de la Catedral de Santiago y formando
parte de su Museo, podemos admirar la CAPILLA DE LAS RELIQUIAS, mandada
construir por Juan de Álava en el pontificado de Alonso de Fonseca III (1506-1524).
Las obras debieron de finalizar siendo arzobispo Juan Tavera (1524-1534), ya
que los blasones de ambos prelados se disponen en la capilla. Tradicional lugar
de visita de los peregrinos, se encuentra en el espacio ocupado por la antigua
sala capitular, que fue utilizada para las reuniones del Cabildo hasta 1614.
El PANTEÓN REAL muestra los sepulcros y
las estatuas yacentes de reyes de Galicia y León fallecidos en los s. XII a XIV.
Fueron trasladados en 1535 desde su ubicación original en la capilla
de santa Catalina y un siglo más tarde se construyeron los arcosolios que
los acogen.
A la derecha de la puerta está la figura yacente de
FERNANDO II DE LEÓN, ASTURIAS
Y GALICIA (1137-1188),
hijo de Alfonso VII el Emperador. Rey que liberó numerosas batallas contra los
sarracenos. Fernando II quiso atraerse el apoyo de la Iglesia y lo hizo a través de
generosas donaciones y privilegios que permitieron, por otra parte, el
desarrollo de una importante actividad artística de la que son buen ejemplo la
reforma de la CÁMARA SANTA de la CATEDRAL DE OVIEDO o las obras
de la iglesia de Santiago de Compostela. Así, la conclusión del Pórtico de la
Gloria, según la inscripción de su dintel, está fechada el año de la muerte del
monarca, en 1188. Favoreció un auténtico renacimiento urbano mediante la
concesión de foros municipales a villas como Lugo, Pontevedra,
Tui, Padrón,
Noia
y Ribadavia.
De este modo, las ciudades conseguirían un protagonismo puntero en la Galicia
del siglo XII. Asimismo, contingentes gallegos salieron para repoblar las
tierras salmantinas. Hecho que se refleja, aun hoy, en la toponimia de esas
comarcas. A su reinado pertenece también el nacimiento de la ORDEN DE
SANTIAGO, cuyo arzobispo le dona una bandera con cruz en forma de
espada y nombra canónigo de la catedral al Maestro de la Orden.
Sus restos fueron trasladados por orden de su hijo Alfonso IX a la catedral de Santiago de Compostela, en la que el difunto rey había manifestado que deseaba ser sepultado, pues allí se hallaban inhumados su madre, la reina Berenguela de Barcelona, y su abuelo Raimundo de Borgoña, esposo de la reina Urraca Sobre un sepulcro de piedra liso se halla colocada la estatua yacente que representa al difunto rey, que aparece ataviado con túnica y manto, ceñida la frente con corona real, y su cabeza aparece representada con cabello rizado y con barba, hallándose el brazo derecho del soberano levantado y colocado a la altura de su cabeza, mientras que su mano izquierda reposa sobre su pecho. Ha sido fechada en la primera mitad del siglo XIII, y fue realizada después de la defunción del rey, lo que ha llevado a considerar que debió ser encargada por el heredero del rey, Alfonso IX de León.
Le sigue la de ALFONSO IX (Según la numeración cronológica real de la corona gallego-leonesa,
debería ser conocido como Afonso VIII de León y Galicia) (1171-1230). Hijo
de Fernando II de León. Logró completar el cuerpo románico de la catedral
compostelana, obra esencial para la peregrinación jacobea. Para esto, concedió
un salario anual de cien maravedíes de oro al MAESTRO
MATEO, autor del Pórtico de la Gloria. La basílica se consagró en 1211,
en tiempos del arzobispo Pedro Muñiz, en una solemne ceremonia a la que este
monarca acudió con un amplísimo séquito llegado de todo el reino. Alfonso IX
fundó varios hospitales para peregrinos a lo largo del reino e impulsó la vida
socioeconómica del Camino de Santiago, fundando en él nuevas poblaciones que
contribuyeron a dinamizar la Ruta y su entorno. Así sucede, por ejemplo, con
las villas lucenses de Sarria, a finales del siglo XII, y de Triacastela,
lugares de referencia del Camino, que potencia todavía más (1228). Realizó
durante su gobierno generosas donaciones a la Orden de Cluny, destacada por el
apoyo que dispensaba a la Ruta Jacobea. “El
rey peregrino”. Es posible que Alfonso IX sea el rey que más veces peregrinó a
Santiago. Gran entusiasta del Apóstol, inició el viaje a Compostela en cuatro
ocasiones -1188, 1211, 1221 y 1230- para visitar exclusivamente su sepulcro. En
la última -mayo de 1230- se encontró con la muerte. Falleció en la villa de
Sarria, en pleno Camino Francés, apenas a 110 km de la meta.
En 1208, fundó también la CIUDAD
DE A CORUÑA y su IGLESIA
DE SANTIAGO, referencias para los peregrinos llegados a Galicia por mar
en la baja Edad Media. La antigua Crunia se reducía por entonces a una parte de
lo que en la actualidad es la Ciudad Vieja y un pequeño arrabal junto al
puerto. El Rey extiende el municipio hasta dos leguas alrededor de la población
(con unos once kilómetros de radio), y para ello tendrá que negociar
compensaciones de los derechos que ostentaban sobre Crunia el obispado de
Santiago, el poderoso monasterio de Sobrado y los caballeros templarios. Alfonso
IX establecería también la casa de la moneda de A Coruña y, en el tiempo de su
reinado, la ciudad se protegería con la muralla.
A continuación vemos la sepultura de PEDRO FROILAZ (1075-1128), conde
de Traba (Trava en la ortografía de la época).
Fue un personaje fundamental en la historia de Galicia, principalmente por habérsele encomendado la educación del futuro rey Alfonso VII y por su colaboración con el obispo Gelmírez en la política gallega de la época. En 1107, agonizante ya, Raimundo de Borgoña llamó a sus leales, confirmó la tutoría de su hijo a cargo de su principal defensor, Pedro Froilaz, y recabó de todos ellos la máxima lealtad para quien debería ser el joven soberano de Galicia. En ese momento el liderazgo en Galicia de Pedro Froilaz es total y sin intermediarios. De hecho, a partir de 1107 firmaba como conde de Galicia e, incluso, en 1108, realizó una donación al monasterio de Caaveiro como PRINCIPIS GALLECIE.
https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/2/29/Traba_escudo.jpg |
Fue un personaje fundamental en la historia de Galicia, principalmente por habérsele encomendado la educación del futuro rey Alfonso VII y por su colaboración con el obispo Gelmírez en la política gallega de la época. En 1107, agonizante ya, Raimundo de Borgoña llamó a sus leales, confirmó la tutoría de su hijo a cargo de su principal defensor, Pedro Froilaz, y recabó de todos ellos la máxima lealtad para quien debería ser el joven soberano de Galicia. En ese momento el liderazgo en Galicia de Pedro Froilaz es total y sin intermediarios. De hecho, a partir de 1107 firmaba como conde de Galicia e, incluso, en 1108, realizó una donación al monasterio de Caaveiro como PRINCIPIS GALLECIE.
A la izquierda de la puerta se halla la reina
BERENGUELA BERENGUER (1108-1149), reina consorte de Castilla y León,
esposa de Alfonso VII e hija de Ramón Berenguer III. Fue madre de los reyes Fernando II de León y de Sancho III de Castilla.
Contrajo matrimonio en Saldaña en noviembre de 1128 con Alfonso VII de León,
quien era hijo y sucesor de la reina Urraca I de León. Para celebrar tan magno
acontecimiento, se celebró una corrida de toros en la Plaza Vieja de dicha
villa, la primera conocida en la historia taurina de España.
Sobre un arca lisa de piedra está colocada la
figura yacente que representa a la reina Berenguela, vestida con túnica,
pellote y manto sobre los hombros que recoge a la altura de las manos. La cabeza
de la reina aparece cubierta con un velo, estando ceñida su frente con una
corona real. La escultura yacente está realizada en granito y ha sido datada en
el siglo XIII, siendo posterior en varias décadas al fallecimiento de la reina,
que tuvo lugar en 1149.
A continuación la sepultura de RAIMUNDO DE BORGOÑA (1050-1107),
esposo de doña Urraca, totia gallecie Imperatrix (emperatriz de toda a Galicia),
padre de Alfonso VII el Emperador y hermano del papa Calixto II, que concedió a Santiago la condición de Sede Metropolitana y cuyos
discursos son recogidos en el llamado Códice Calixtino. Alrededor
de 1091, su suegro le nombró “GOBERNADOR
DE GALICIA al norte del Miño y el
de Portugal, entre el Miño y Coímbra”.
El rey Afonso VI tenía enormes dificultades en
Galicia tras lo despojo y encarcelamiento de su hermano, el rey García. Tuvo
que destituir al obispo compostelano Diego Páez y sofocar a sangre y fuego una
rebelión del magnate Rodrigo Ovéquiz. Para poner remedio a esta situación cedió
al Raimundo el gobierno de estas tierras, como conde. Puso orden a la situación
confiando los asuntos compostelanos a Diego Xelmírez y liderando con mano firme
a la inquieta nobleza galaico-portuguesa (de aquella, el reino de Galicia se
extendía hasta el condado de Coímbra, al otro lado del río Mondego). Impartió
justicia, recaudó impuestos, otorgó foros, privilegios y organizó ejércitos. Le
garantizó al rey leonés su lealtad estabilizándole la retaguardia noroccidental
de sus reinos. De la autoridad que consiguió, son testimonio las diferentes
formas con las que se intitulaba, según consta en los diplomas que suscribió,
tales como: serenissimus totius Gallecie comes; Gallecorum omnium comes; comes
in Galletie; totius Gallecie comes; totius Gallecie senior et dominus; totius
Gallecie princeps; totius Gallecie imperator; y en un documento del monasterio
de San Martín de Xuvia, Regnante rex Adefonsus in Toleto (...) In urbe Gallecia
regnante Comite Raimundus con coniuge sua filia Adefonsus rex.
Y para finalizar otra mujer, es DOÑA JUANA DE
CASTRO "A desamada"(¿?-1374), reina consorte de Castilla y León y
segunda esposa de Pedro I el Cruel, para otros el Justiciero, aunque su marido
la abandonó pocos días después de verificado el matrimonio. Para que éste
pudiera celebrarse, los obispos de Ávila y Salamanca declararon nulo el que el
rey había contraído con Blanca de Borbón. El monarca reconoció años más tarde
que también había celebrado un enlace secreto con María de Padilla. Es
hija del primero señor jurisdiccional de MONFORTE
DE LEMOS, precursor de la saga del Condado de Lemos, Pedro Fernández de Castro y de Isabel Ponce de León. Por parte paterna fueron
sus abuelos Fernando Rodríguez de Castro, señor de Lemos y Sarria, y Violante Sánchez de Castilla, hija
ilegítima de Sancho IV de Castilla. Y por parte materna era nieta de Pedro Ponce de León, señor de Cangas y Tineo, y
Sancha Gil de Chacim. Fue hermana de Fernán Ruiz de Castro y hermanastra de Inés
de Castro.
Su sepulcro es de granito y el lateral del arca
sepulcral está decorado con los escudos del reino de Castilla y León y
también con los de la Casa
de Castro. Sobre el sepulcro está colocada la estatua yacente que
representa a Juana de Castro, que aparece revestida con un largo manto que
sujeta con las manos. La cabeza, apoyada en un almohadón doble, está cubierta con
un velo y aparece ciñendo la corona.
A lo largo de la historia, otros miembros de la
realeza también quisieron hacer de la catedral su lugar de reposo. Así, en
diferentes ubicaciones dentro de ella, se encuentran los sepulcros de: Fernando de León (1192-1214), hijo del rey Alfonso IX de León; Pedro Fernández de Castro (m. 1342), nieto de Sancho IV de Castilla y padre de la reina Juana
de Castro y Diego de Castilla (m. 1521), bisnieto de Pedro
I de Castilla y maestrescuela de la Catedral de Santiago de
Compostela.
En 1633 se finalizó el RETABLO ejecutado
por Bernardo Cabrera
y Gregorio Salvador
para albergar con dignidad las RELIQUIAS DE LA CATEDRAL, sagradas
donaciones llegadas de todo el mundo a manos de peregrinos, reyes y obispos en
los casi mil años de historia de la basílica, entre las que destacaban una
espina de la corona de Jesús, un
fragmento del Lignum
Crucis, la leche de los pechos de María o algunos restos de su
cabellera. En 1641 fueron depositadas en él todas las reliquias y se redactó un
documento titulado Relación de lo que se hizo en la colocación de las
Stas. Reliquias de esta Iglesia del Sr. Santiago del relicario viejo al
nuevo de la Capilla de los Reyes, día de Sta. Susana, 11 de agosto de 1641.
En 1743 dice el peregrino Nicola Albani que “la capilla acoge
muchos cuerpos santos, y ya no hablo sólo de santísimas cabezas, piernas, pies,
manos, dedos, brazos, vientres, ampollas de sangre de mártires -hay una pequeña ampolla con la sangre de san
Genaro de Nápoles-; hay también dos ampollas llenas, una con la leche de los pechos y otra con las lágrimas
derramadas por los ojos de la Virgen sobre el Monumento de su santísimo Hijo, y
también se ven los cabellos y vestidos de la Virgen, con tantas reliquias como
puede haber en Roma e incluso en Jerusalén, que este santuario de Galicia es una de las tres basílicas de la cristiandad […] por haber sido
[se refiere a Santiago] el primer apóstol en morir después de Jesús […]. Sólo pueden entrar los peregrinos […]
y el penitencial les va enseñando con detalle cada una de las reliquias y les
invita a besar casi todas y a tocar también las coronas y otras devociones que
los peregrinos traen […]; y en la mencionada capilla se ganan muchas
indulgencias otorgadas por los sumos pontífices”.
https://encrypted-tbn0.gstatic.com/images?q=tbn:ANd9GcSdIMHwSt4ox7zZr2J5nPF8a0LWw9FI7ttBK-1U3Z9Rgc_Yp9JhLQ |
Una de las reliquias más importantes es la cabeza
de Santiago
Alfeo, llamado el Menor, discípulo de Jesús y compañero en el colegio apostólico
de Santiago el
de Zebedeo,
conocido como el Mayor. Fue traída a Compostela desde Jerusalén por Mauricio, arzobispo de Braga, pero que acabó en manos de Doña Urraca, que se la regaló al arzobispo
compostelano Diego
Gelmírez (1120-1140). Berenguel de Landoira (1317-1330),
durante su pontificado en Compostela, mandó hacer el actual busto que
acoge la reliquia. Lleva puesto el collar donado por Suero de Quiñones, un noble
leonés que peregrinó a Santiago en 1435 tras batirse en duelo en el Puente de
Órbigo con 300 caballeros por amor a una dama.
Albergó también la capilla de las Reliquias, en
el centro del altar, la cruz donada
por Alfonso III en el año 879, con motivo de la consagración de la basílica.
Tenía grabada una inscripción que decía: Ob honorem Sancti Iacobi
Apostoli/ Offervnt famvli dei adefonsvs princeps cvm conjuge scemena regina/
Hoc opvs perfectvm est in era dvodecima/ hoc signo tvetvr pivs/ Hoc signvm
vincitvr inimicvs. Era una réplica de la cruz donada por Alfonso II el Casto, al
que Teodomiro le
comunicó la noticia del hallazgo de los restos del apóstol Santiago, a la CATEDRAL DE SAN SALVADOR DE
OVIEDO. Albergó en su día un fragmento del Lignum Crucis. Fue
robada en 1906. En el año 2003 se realizó una réplica en el obrador Ángel
de Santiago
de Compostela, por iniciativa de la S.A.
de Xestión do Plan Xacobeo.
http://www.elcorreogallego.es/servicios/galeriagrafica/7931/grandes/148855.jpg |
Un incendio, ocurrido el 2 de mayo de 1921,
destruyó el retablo manierista de Bernardo Cabrera y Gregorio Salvador
y sólo nos quedan de él los datos que aparecían en el contrato, algunas
fotografías y restos conservados, aunque no se perdieron en el fuego las
reliquias. En 1925 se construyó un magnífico retablo neogótico de cedro del
Líbano, tallado
por Maximino Magariños y donado por los gallegos emigrados a Cuba. Una de las
figuras destacadas, en relieve, es la del apóstol Santiago, como miles Christi, a lomos de su
caballo, con la espada en la diestra y la cruz en la izquierda, luchando contra los sarracenos.
http://xacopedia.com/img/entries/_MG_4793.jpg |
Guerra Campos, viceconsiliario de la Archicofradía
Universal del Apóstol Santiago, constató que “en este relicario se guardan y
veneran los millares de reliquias sagradas que han venido depositándose desde
el siglo IX [cuando se produjo el hallazgo de los restos de Santiago y tuvieron su origen las peregrinaciones a
su santuario] en el templo […]. Todos contribuyeron a formar el Tesoro de
reliquias y relicarios: reyes, eclesiásticos y humildes y anónimos
peregrinos”.
Adjunta a la capilla de las Reliquias, se sitúa
la CAPILLA DE SAN FERNANDO, que acoge parte del Tesoro de la catedral.
INFORMACIÓN RECOGIDA DE LOS SIGUIENTES ENLACES
Perdona, pero que la historiografía castellana, falseada para acomodar al entonces neonato reino de Castilla, un condado del reino de Galicia altomedieval (así se llamó el reino cristiano hasta 1074)los designe como reyes de León y Castilla no significa que fuese esa la realidad. Alfonso VII, fue ungido rey de Galicia ciertamente de niño en 1111, pero volvió a ser aclamado como tal en 1116, en 1124 fue ordenado caballero en Compostela y en 1126 canónigo de la Catedral compostelana. En toda la documentación medieval gallega, bastante más fiable que la castellano-leonesa que está prácticamente toda ella falseada o interpolada, es presentado como rey de Galicia, y como rey de Galicia hereda de su madre, Urraca de León, el reino de León y Toledo y aún después conquistará Castilla. No se cumplió su voluntad de ser enterrado en Compostela. Sobre Fernando II, baste decir que fue conocido como "imperator" de Galicia. Por último, ni en León ni en Galicia reinó ningún Alfonso IX, sino Alfonso VIII. La numeración fue alterada por la historiografía castellana para poder dar antigüedad y continuidad al reino y a sus posteriores monarcas. Gracias.
ResponderEliminarAlgo de lo que comentas lo doy a entender en este post, cuando se señalan esos personajes. Gracias por el comentario.
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