GALICIA PUEBLO A PUEBLO: INSTALACIÓN DE TALASOTERAPIA POSEIDÓN, BAIONA

Baiona es el primer municipio gallego que cuenta con una piscina natural de talasoterapia a cielo abierto con chorros y gratuita. Un proyecto de rehabilitación patrimonial y valorización medioambiental de un elemento tradicional como son las CETÁREAS.

Los orígenes de la talasoterapia se remontan a las primeras civilizaciones y, aunque ahora sean terapias en auge, los baioneses fueron de los primeros en «ir a tomar los baños». Cuando el doctor Cordero y el señor Ordóñez consiguieron levantar en el año 1896 un balneario en la playa Concheira, hasta los campesinos que extraían estas algas impregnadas de yodo como abono de sus tierras, sabían del poder terapéutico del agua salada.

Playa Concheira a los pies de la Fortaleza de Monterreal

El proyecto Poseidón arrancó en el año 2014, habilitando un espacio público como solárium, en el antiguo vivero de mariscos que funcionó, junto a la Torre de la Tenaza, hasta los años 70 del pasado siglo.

Torre de la Tenaza desde el lienzo de la Fortaleza de Monterreal

Torre de la Tenaza

En el año 2018 se llevó a cabo la instalación de material para convertir la antigua cetárea de langostas, en un Talaso natural, permitiendo a vecin@s y visitantes, de forma gratuita, el disfrute y aprovechamiento de las propiedades beneficiosas del agua del mar para la salud. Ahora la balsa, de 300 metros cuadrados, se llena de agua de mar y cuenta con cuatro chorros de hidromasaje, dos de ellos de lámina y otros dos más potentes.

La instalación, ubicada a los pies del Parador Conde de Gondomar, en el espléndido PASEO DEL MONTE BOI, tiene unas privilegiadas vistas a las Islas Estelas y CÍES, así como el Monte Ferro, del vecino municipio de NIGRÁN.

Al fondo las Islas Estelas y las ISLAS CÍES.

Está previsto que permanezca abierto entre los meses de abril a octubre.

Puede decirse que el agua de mar corre por nuestras venas, ya que tiene una composición y una concentración de sales minerales y oligoelementos casi idéntica a nuestro plasma sanguíneo. Además, el agua marina ejercen una acción terapéutica en el organismo, el mar es rico en iones negativos, partículas cargadas eléctricamente que tienen la peculiaridad de producir en el ser humano un efecto de relajación y que favorecen la producción de serotonina, provocando que tengamos una gran sensación de bienestar.