La capilla de Santa María de la Misericordia, es un templo religioso
ubicado junto al pazo que fuera de los Bermúdez de Castro, localizado del otro lado de la ría de
Viveiro, sobre la cual pasa el puente de la Misericordia. De estilo renacentista, la fachada principal tiene dos puertas y una ventana que finaliza en una espadaña. En el ático de la fachada tiene un escudo cuartelado con los blasones de las familias Posada, Pallarés, Somoza y Alfeirán.
La construcción de la capilla se debe al donativo de Rodrigo Alfonso Alfeirán, quien en una escritura otorgada ante el
escribano de Viveiro Miguel Galo, dispuso el 29 de julio de 1603: “Que a Honra
y Gloria de Dios Todopoderoso, Santísima Trinidad, Padre, Hijo, Espíritu Santo,
Trino y Personal y Uno en Esencia, y de la Santísima Virgen Nuestra Señora y
para aumento del Culto Divino y Devoción de los fieles Cristianos y sufragio de
los fieles difuntos, ordenaba de fundar y fundaba con dedicación perpetua una
ermita o capilla con título y nombre de Santa María de la Misericordia, sita de
la otra parte al cabo de la Puente de esta dicha Villa, en su propiedad,
heredad y a su costa, teniéndolo por bien y aprobándolo su Señoría
Reverendísima Don Diego González Samaniego, Obispo y Señor de Mondoñedo, del
Consejo del Rey Nuestro Señor, debajo de cuya protección y amparo la ofrecía y
dedicaba y consentimiento del Bachiller Alonso Fernández de Castro, Cura propio
de la iglesia parroquial del Señor Santiago de esta Villa en cuyo distrito y
feligresía está sita la dicha ermita y capilla…”
La planta es una nave con
bóveda de medio cañón, dividida por dos arcos torales. Una reja separa la nave del
altar, cubierto por una cúpula decorada con frescos del pintor Camilo Díaz.
El altar mayor fue proyectado
por el escultor Juan Sarmiento, y está dedicado a la Ascensión de Nuestra Señora.
En el altar del
lado del Evangelio hay una imagen de Antonio de Padua, y en el de la Epístola
la imagen del ECCE HOMO DE LA MISERICORDIA.
La imagen del Ecce Homo (anónima s.XVII), situada
en el altar mayor, recibe culto en toda la comarca. Se le atribuyen numerosas
milagros, en las cuales se fundó la devoción popular.
Dicen que una vez andaba en el
mar un marinero perdido en medio de un temporal enorme. Ya naufragaba, cuando
se le ocurrió girar la proa del barco cara a la capilla del Ecce Homo y en ese
preciso momento amaino el temporal y el marinero regresó a casa sano y salvo. Desde entonces, todos los
marineros de Viveiro, giran la proa de su barco hacia capilla del Ecce Homo
antes de echarse al mar.
El primer viernes de marzo,
conocido como el "DÍA DE LAS TRES GRACIAS", acuden los devotos
para pedirle favores. Esto es así desde que un hombre,
herido cuando la Guerra Civil, encendió una vela de su altura y esperó dentro
de la capilla hasta que se consumiera totalmente. El hombre curó y desde
entonces se le rinde culto al Ecce-Homo los primeros viernes de marzo; la gente
pide tres deseos y por cada uno reza un credo y una salve. De las tres
peticiones sólo se cumplirá una.
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Capilla de ¿La Merced?
ResponderEliminarNo sé a que te refieres?
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