Según un escrito fechado en el año 775, del que cree, es el más antiguo de España y que se guarda en el archivo eclesiástico de la Catedral de León. Revela que el rey Silo de Asturias dona unos terrenos al abad Esperautano, a cambio de su apoyo en Galicia, en los que poder fundar un monasterio, de donde podría aflorar esta ermita. Más la primera referencia concreta a este santuario, esta citada en un
documento del año 1124 del Archivo de la Catedral de Mondoñedo, donde se ve
cómo la iglesia de San Esteban de Aguas Santas, pasa a ser propiedad de la sede
mindoniense.
Se sabe por textos de 1740, que en esta fecha, aun sobrevivía la iglesia primitiva, y que tenía un eremita, consta en un texto de 1758, y que la morada de este ya estaba prácticamente destruida pasado a posteriori a cuadra para el ganado. Como se ve en estos documentos, esta ermita, conocida hasta ahora con el apelativo de San Esteban de Augas Santas, por el beneficio que reciben los fieles con el agua de su fuente, empieza ya a cambiar a partir del siglo XVIII su primitiva denominación, por la de San Esteban del Yermo, apelativo que le cuadra bien por lo despoblado del lugar en donde se encuentra.
La curiosidad me hizo descubrir sus comienzos y no he podido más que
ratificar, la primitiva y belleza salvaje del lugar en el que está
situada.
Un paraje natural sensacional, declarado Espacio Natural Protegido, comprimido entre altos pedruscos y rocas que cuelgan verticales, poblado por una cuantiosa vegetación indígena, entre las que discurre encañado un reguero de aguas transparentes que baja de las montañas y que forma una imponente cascada de 15 metros, un poco más arriba de la actual ermita.
En este bello y abrupto escenario, escondido entre los pliegues formados
por las montañas de la sierra que separa la planicie mariñana, del territorio
interior, se encuentra la ermita de San Esteban de Augas Santas o Santo Estevo
do Ermo.
Se sabe por los antiguos documentos que se refieren a la primitiva capilla, del siglo IX, que estaba situada más arriba de la actual, junto a una gran peña, asentada en un suelo de roca muy desnivelado. Era tal el estado de ruina y abandono en que se hallaba que, en el año 1758, el obispo ordenó proceder a su demolición. Ante esta decisión, el Cabildo de la Iglesia Catedral de Mondoñedo, propietario de la capilla, facultó al cura de esta feligresía, para poder contratar “una nueva Capilla y Santuario mudándolo abajo de la cuesta en que se halla”. Y, el día 29 de agosto del año 1765 se procedió a la contratación ante notario de esta obra a Juan de Fraga y a Francisco de Outeiro, maestros de mampostería, arquitectura y carpintería y vecinos de las feligresías de Cillero de Mariñaos y de Villaronte, respectivamente. Ascendió la contratación con la condición de poder utilizar todos los materiales de la vieja capilla y demás edificios. Fue así como tuvo lugar la desaparición de las paredes de la vieja capilla y su cementerio.
El nuevo templo fue rehecho en el siglo XVIII y modificada nuevamente en el año 1992. Es de planta rectangular as dos aguas y pórtico cerrado a tres aguas. La fachada, con dos ventanas, muy reformada, presenta los muros recebados y pintados de blanco, sacristía en la parte posterior a tres aguas y tejado cubierto con losas. Corona la ermita una espadaña con arco de medio punto. Su festividad se celebra el lunes de Pascua.
El nuevo templo fue rehecho en el siglo XVIII y modificada nuevamente en el año 1992. Es de planta rectangular as dos aguas y pórtico cerrado a tres aguas. La fachada, con dos ventanas, muy reformada, presenta los muros recebados y pintados de blanco, sacristía en la parte posterior a tres aguas y tejado cubierto con losas. Corona la ermita una espadaña con arco de medio punto. Su festividad se celebra el lunes de Pascua.
En su entorno, se ha acondicionado un ÁREA RECREATIVA con fuente de
agua potable, desde la que iniciaremos un fantástico paseo, por el entorno de este espectacular río.
Siguiendo el hermoso sendero, nos topamos lo que llaman “LA FERRADURA”. Unas marcas como de herraduras en la roca caliza. huella que según la leyenda, marcó el caballo de Santiago tras saltar, pasando de un valle a otro mientras escapaba del asedio de los moros que invadieron estos lugares.
... y se nos aparece la FUENTE DE SANTA ROSA, una pequeña charca, fácilmente reconocible por la abundancia de paños que dejan los romeros que van allí a lavar la cara, ya que al agua de esta fuente se le atribuyen poder curativos para la desaparición de las rosas de la piel; de ahí su nombre.
Y como la fe se expresa mediante los ritos, también este uso tiene
su rito. Mojar un paño en el agua de la
fuente y frotar con él la parte afectada por la enfermedad. Después de lo cual, se ha de dejar allí el pañuelo atado a
un árbol como testimonio y ofrenda. La tradición dice que cuando la tela se
desintegre y desaparezca, el mal se curará.
Bajamos las empinadas y encharcadas escaleras que nos acercan a un paradisíaco mirador ...
...y a la parte baja de la "CASCADA DE SANTO ESTEVO",...
... una espectacular caída de agua, especialmente en épocas de lluvia, cuando el arroyo lleva gran caudal,...
... donde pudimos ver una imagen de “La Virgen de Aguas Santas”. Nadie sabe quien la ha colocado allí. Lleva sólo 2 ó 3 años.
...y a la parte baja de la "CASCADA DE SANTO ESTEVO",...
... una espectacular caída de agua, especialmente en épocas de lluvia, cuando el arroyo lleva gran caudal,...
... donde pudimos ver una imagen de “La Virgen de Aguas Santas”. Nadie sabe quien la ha colocado allí. Lleva sólo 2 ó 3 años.
Este área natural y arqueológica se encuentra en pleno bosque
autóctono, formado por robles, castaños, abedules y laureles, entre otros. Así
volveremos junto al río otra vez a la austera capilla de Santo Estevo.
INFORMACIÓN RECOGIDA DE LOS SIGUIENTES ENLACE.
VISITA OTROS
SORPRENDENTES LUGARES DEL AYUNTAMIENTO DE BARREIROS EN ESTE ENLACE, CON UN MAPA PARA LLEGAR A CADA UNO DE ELLOS.
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