Majestuoso sobre PUNTA SARRIDAL, sobre un territorio que otrora
fuera castro, el paso del tiempo lo ha convertido en testigo privilegiado de
cruentas batallas libradas contra las armadas británicas y francesas, ansiosas
por conquistar las costas cedeiresas y en constante acecho para el abordaje de
los navíos a la entrada de la Ría.
Precisamente, ese estado de permanente amenaza que se vivía a mediados
del siglo XVIII y la consumación de esta, en forma de ataque campal el 2 de
julio de 1747, llevaron a las autoridades de la época a proyectar su
construcción para la defensa del municipio y sus gentes.
Querían evitar sucesos como el de esa aciaga jornada, cuando navíos
británicos iniciaron un asedio sin tregua a decenas de embarcaciones españolas
que, procedentes de Vizcaya, avanzaban hacia el Arsenal de Ferrol con
suministros.
Su destino quedó sepultado en la Ría de Cedeira, donde lejos de encontrar
el refugio que pretendían vieron cómo las llamas reducían su futuro a cenizas.
Una batalla que se trasladó también a tierra, ya que una dotación de soldados
ingleses, en persecución de una cuadrilla de cedeireses que a duras penas les
plantaron resistencia inicial, logró alcanzar la costa y, monte arriba, llegar
a la ERMITA DE SAN ANTONIO, que quedó arrasada. Sin respeto ni siquiera
por su patrón, cuya imagen llevaron como trofeo. Aun así, y por fortuna, la
presencia de embarcaciones foráneas cortó cotas de conquista mayores.
El temor, latente, explica la celeridad con la que se levantó el
Castillo. Apenas cinco meses fueron necesarios. Recabada la financiación por
parte de la Corona -Fernando VI concedió 9.000 reales- y la colaboración de la
Marina -que abasteció las instalaciones de cañones, pólvora y proyectiles-, bastó
el trabajo sin descanso de los cedeireses que, entregados a la causa, hicieron
posible la fortaleza que hoy en día conocemos.
Durante años, y hasta entrado el siglo XIX, el Castillo de La Concepción
fue garantía de defensa ante los ataques enemigos. La construcción, distribuida
en varias explanadas a diferentes niveles, llegó a contar con una guarnición de
unos 30 soldados y disponer de hasta 15 cañones, algunos de los cuales aún se
conservan en la fortaleza. Pero el paso del tiempo hizo que perdiese interés
estratégico y, ya entrados en el siglo XX, las autoridades locales inician las
gestiones para lograr que pasase a titularidad municipal. Hito que se produce
en la década de los 70.
Hoy en día, y con la puesta en marcha del CENTRO DE INTERPRETACIÓN
histórica de la villa, el Castillo de La Concepción nos desvela su historia. Y
lo hace a través de fieles reproducciones de algunos de los navíos que
intentaron abordar la costa cedeiresa, réplicas de trajes militares o armas
empleadas en las batallas de la época o incluso una reconstrucción del
primigenio fortín. Recientes obras de rehabilitación llevaron a la
reconstrucción de algunas de sus salas, como la antigua cocina, el almacén de
pólvora y artillería o el cuartel de guarnición.
En la actualidad, el Castillo de la Concepción constituye en sí mismo uno
de los más privilegiados miradores a la Ría de Cedeira, mostrando una belleza
natural incontestable. Apreciada y reconocida por los miles de visitantes que
cada año recibe.
FARO PUNTA ROBALEIRA PROTEGIENDO LA RIA DE CEDEIRA |
Un encuentro sin duda imprescindible con la historia de Cedeira.
INFORMACION RECOGIDA DEL SIGUIENTE ENLACE
Moitas grazas pola información publicada é moi interesante. Gustaríame saber se se pode visitar ó Castelo da Concepción. Grazas.
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