MONTE DO FACHO, FISTERRA

Hace referencia al faro (hoguera) que guio antaño por esta agreste costa a navegantes, y sirvió para avisar a las poblaciones interiores de los ataques vikingos y piratas desde tiempos remotos. También se sabe, que en el s. XVII existía una torre rectangular conocida como CASA DO FACHO, de la que hoy apenas se distinguen restos.



En esta cima, una vez más se conjura el imaginario popular, para hechizarnos con diferentes leyendas, como la que nos habla de las PIEDRAS SANTAS que coronan el monte. 

DESDE AQUÍ TAMBIÉN SE DIVISA EL CENTULO (DEMO)
 Según cuenta, la Virgen con su hijo, después de dejar la barca de piedra en Muxía, se sentaron a descansar sobre estas dos moles rocosas, otorgándoles el embrujo a pesar de su peso, de que cualquier persona con una sola mano pueda balancearlas.

PIEDRAS SANTAS
 Muy cerca de las piedras, siguiendo dirección al faro, otro cúmulo pétreo esconde las conocidas como: SILLA, HUELLA y FUENTE DEL APÓSTOL SANTIAGO.


 Una fantástica historia que nos refiere, a cuando el Apóstol Santiago acude a cristianizar estos enclaves paganos. Cansado, toma asiento en una de estas rocas que adopta la apariencia de silla, y su huella queda dibujada en una piedra. En el mismo espacio, hizo surgir una fuente para calmar su sed, que adquirió propiedades milagrosas.



Otra fantástica leyenda relacionada también con la fertilidad y la muerte,  tiene su origen en el mitológico DOLMEN DE ORCA VELLA (Arca Vieja). Una mujer salvaje, vieja y fea, llega a Galicia en tiempo de las guerras con los moros y paganos, dedicándose a la brujería; robar; hechizar y perseguir a todo ser viviente que se topa en su camino; se hacía invisible cuando quería; con sólo mirarte a los ojos o tocarte con sus manos te destruía;   llegando incluso a comerse a los niños.  En sus 176 años de vida, dejó la mitad del reino despoblado.



La hechicera Orcabella para acabar con sus días, se retira a esta cima, construyendo esa tumba, en la que se entierra con un pastor al que tenía encantado. A los gritos de este acuden los vecinos, pero nada pueden hacer para desenterrarlo, debido a la cantidad de serpientes que asomaban del sepulcro.

CABO DA NAVE, DESDE LAS MÍTICAS PIEDRAS DEL MONTE DO FACHO

Aquí todo es mágico, incluida la extraordinaria panorámica de una seductora costa agreste golpeada por el embravecido océano, donde asoma entre acantilados la solitaria playa de Mar de Fóra azotada por el fuerte oleaje. Al fondo, impertérrito, el Cabo da Nave observa las tierras de Duio, que protegen sigilosas la entrada a este istmo, perfilado por la extensa playa de Langosteira y la magnífica villa Fisterrá,...



... y al límite del cual aparece la sorprendente visión del Faro, pequeño punto en la cúspide del Alto de San Eugenio con ese fascinante y a la vez trágico telón de fondo, que no es otro que el colosal Océano.





INFORMACION RECOGIDA EN EL  SIGUIENTE ENLACE

VISITA OTROS SORPRENDENTES LUGARES DEL AYUNTAMIENTO DE FISTERRA EN ESTE ENLACE.

No hay comentarios:

Publicar un comentario